De todas las vacunas candidatas, una o dos serán escogidas para pruebas. (Foto: Pixabay)
De todas las vacunas candidatas, una o dos serán escogidas para pruebas. (Foto: Pixabay)
Redacción EC

La Organización Mundial de la Salud () concluyó dos días de reuniones de expertos con el anuncio de que las primeras vacunas contra el COVID-19 comenzarán a probarse en cuatro o cinco meses, y concluyendo que el uso de varios antivirales y antirretrovirales está siendo eficaz en pacientes testados.

“Hay varias vacunas candidatas, y una o dos serán escogidas para pruebas en alrededor de cuatro o cinco meses”, destacó la india Soumya Swaminathan, científica jefa de la OMS, en la rueda de prensa posterior a las reuniones, en las que participaron 400 virólogos, epidemiólogos y otros expertos de todo el planeta.

El uso generalizado de estas vacunas, si las pruebas resultan exitosas, no llegaría sin embargo antes de 12 o 18 meses, subrayó la científica.

El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, afirmó que la organización con sede en Ginebra está desarrollando un plan maestro para coordinar esas pruebas clínicas y garantizar que se realizan “con coherencia y consistencia”.

Antivirales y antirretrovirales

La viróloga francesa Marie-Paule Kieny, asistente del director general para sistemas sanitarios e innovación y presidenta de la reunión de esta semana, añadió que en el encuentro se determinó que varios fármacos o combinaciones de éstos están probando ser eficaces en pacientes de la enfermedad causada por el coronavirus de Wuhan.

En concreto, mencionó las pruebas que se están realizando con el nuevo antiviral Remdesivir, desarrollado por la firma Gilead y aún en periodo de investigación (por lo que no está comercializado), que antes fue probado en enfermos de ébola.

Otro tratamiento que está dando buenos resultados es la combinación de los anterretrovirales Lopinavir y Ritonavir, estos ya en el mercado, genéricos (no están licenciados por una sola firma) y hasta ahora utilizados principalmente en portadores del virus VIH causante del sida.

Los expertos subrayaron en la reunión que una de las prioridades en la lucha contra la epidemia es el desarrollo de métodos para el diagnóstico del COVID-19 más rápidos y sencillos, sin necesidad de laboratorios avanzados.

Aún muchos interrogantes

Swaminathan admitió que aún quedan muchos aspectos de la nueva enfermedad por conocer, desde “cómo se originó y transmitió a los humanos a cuáles son las condiciones ambientales que hacen que algunos de los casos sean más graves”, o la efectividad de las cuarentenas y limitaciones a los viajes en la contención del virus.

El director general de la OMS añadió que “el número de casos confirmados en China se ha estabilizado en la última semana, pero esto debe ser interpretado con extrema cautela”.

Encendido defensor de la respuesta china a la crisis sanitaria, Tedros Adhanom Ghebreyesus recalcó que debe aumentarse la solidaridad internacional ante un fenómeno como una epidemia, que puede “sacar lo mejor y lo peor de la gente”, en un momento en el que “estigmatizar a individuos o países enteros no hace sino perjudicar la lucha”.

¿Se respondió a tiempo?

Preguntado sobre si China y la propia OMS actuaron con lentitud en el inicio de la epidemia, el director ejecutivo de la organización para Emergencias Sanitarias, Michael Ryan, aseguró que en los primeros días de este tipo de nuevas enfermedades siempre es difícil tomar medidas.

“A veces es complicado captar las primeras señales, había unos 40 casos en medio de una temporada alta de gripe, e identificarlos era tan difícil como encontrar una aguja en un pajar”, señaló, aunque subrayó: “Cuando la epidemia termine, veremos en qué se falló y qué podría haberse hecho mejor”.

“No es el momento para las incriminaciones o para los análisis forenses, sino el de luchar contra el virus”, concluyó, al destacar: “Todos aprenderemos de la crisis y de los errores”.

Amenaza del virus en eventos mundiales

Los expertos también comentaron la posible cancelación a causa del miedo a la epidemia de grandes eventos internacionales como el Mobile World Congress de Barcelona, y reconocieron que la OMS no puede dar pautas generales sobre sí llevarlos o no adelante, aunque sí puede ayudar a analizar sus posibles riesgos.

“La valoración de riesgos depende del número y tipo de participantes, la duración del evento, el recinto donde se celebra... Hay muchos factores a tener en cuenta, es imposible dar una pauta general”, concluyeron.

EFE

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