Más de 20 años le ha llevado al mundo llegar a un acuerdo sobre cómo frenar el cambio climático. Pero ¿es este el mejor convenio que se podía alcanzar? En el mismo tiempo que ha llevado firmar un documento con objetivos más o menos claros, se han registrado los años más calurosos desde que se empezó a tomar nota de la temperatura, y el hielo en el Océano Ártico ha disminuido a un ritmo de 2,7% por decenio, según Naciones Unidas.
Ahora, representantes de 195 países acordaron durante la conferencia de París -concluida este fin de semana- poner un techo al aumento de la temperatura de 2C y esforzarse para que el termómetro de la Tierra no suba más de 1,5C en comparación con la era preindustrial.
Y revisar cada cinco años la contribución de cada país para reducir las emisiones de manera que puedan ir incrementando esta reducción.
"Fraude"
Sin embargo, en la medida que la celebración por el nuevo acuerdo se ha ido apagando, se escuchan las voces críticas. El científico estadounidense James Hansen, considerado el padre de la conciencia sobre el cambio climático, no tardó en calificarlo de "fraude".
"Es sencillamente una mentira que ellos digan 'tenemos un objetivo de 2C y trataremos de hacer (las cosas) un poco mejor cada cinco años'. (Estas) son palabras sin ningún valor", dijo Hansen.
"No hay acciones, solo promesas. En la medida que el combustible fósil sea el más barato, se seguirá quemando", agregó.
Para Hansen, quien ha estado analizando los cambios en el clima de la Tierra desde los años 70, la clave para que se frene el calentamiento global está en poner impuestos a los gases efecto invernadero.
Palabras clave
Por su parte, la periodista y activista canadiense Naomi Klein considera que la cumbre fracasó "incluso antes de empezar".
Klein no tardó en señalar en un tuit que el documento no menciona las palabras "combustible fósil", así como "petróleo" o "carbón".
Y una de las cosas que más preocupa a Klein es el hecho de que el acuerdo no permite que los países más afectados por el cambio climático -y más pobres- no puedan demandar por "daños y perjuicios".
Un detalle que la organización Action Aid también tomó nota.
"El asunto de los daños y perjuicios era un punto claro durante las negociaciones. Los países en desarrollo pidieron un acuerdo para ofrecer apoyo a las personas que ya están sufriendo consecuencias catastróficas por el aumento de los niveles del agua y temperaturas sofocantes", señaló en un comunicado.
"En vez de esto, Estados Unidos y muchos otros países desarrollados tomaron esta oportunidad de París para negarle a la gente su derecho y ponerlos a la merced de los impactos del cambio climático".
Esta organización de desarrollo internacional advirtió que es imposible lograr que el planeta no aumente más de 1,5C con los recortes de emisiones de carbono que los países ricos pusieron sobre la mesa.
"Los países ricos no deben interpretar el objetivo a largo plazo como una licencia para continuar contaminando mientras tienen sus dedos cruzados por que el problema se resuelva con soluciones falsas".
Cómo y cuándo
Otro de los temas críticos durante la cumbre fue el dinero que los países desarrollados debían ofrecer a los países en desarrollo.
Se estableció que las naciones ricas aportarían "como mínimo" US$100.000 millones anuales "teniendo en cuenta las necesidades y prioridades" de los países en desarrollo.
Un punto que también ocasionó más de un descorche de champaña.
Si bien ActionAid reconoce que hay puntos en la dirección correcta, "el acuerdo final no ofrece ninguna seguridad real para los países pobres en cómo será distribuida esa ayuda financiera, cuando será distribuida y cuánto estará disponible para adaptación", se lee en el documento.
A pesar de estas críticas, para muchos este acuerdo es un paso hacia adelante.
El presidente estadounidense Barack Obama considera que es "la mejor oportunidad que tenemos de salvar el planeta", y calificó el convenio de "punto de retorno" hacia un futuro con bajas emisiones de carbono.
China e India, dos de los mayores contaminantes del mundo, también alabaron el acuerdo.