Un equipo científico ha encontrado en Colorado (EE.UU.) una colección de fósiles que describen cómo tras la gran extinción que exterminó a los dinosaurios la vida se recuperó en la Tierra y comenzó el auge de los mamíferos, según un artículo publicado en la revista Science.
“Hace 66 millones de años el curso de la vida en la Tierra cambió fundamentalmente”, dijo Ian Miller, un paleo-botánico del Museo de Naturaleza y Ciencia de Denver (EE.UU.), que colaboró en la investigación con el paleontólogo Tyler Lyson.
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Un asteroide masivo colisionó con la Tierra y destruyó ecosistemas en todo el planeta.
“La colisión causó la extinción de tres de cada cuatro tipos de organismos vivos”, añadió Miller. “Si bien aquel fue un período realmente malo para la vida en la Tierra, algunas formas sobrevivieron, incluidos algunos de nuestros ancestros más tempranos”.
Todos los mamíferos modernos, entre ellos los humanos, pueden rastrear sus orígenes en aquellos primeros supervivientes del impacto y “ahora tenemos fósiles de animales y de plantas, tenemos un impresionante registro del primer millón de años después de la extinción de los dinosaurios”, señaló Lyson.
Durante más de 100 años los científicos han recorrido los acantilados Corral en la región central de Colorado sin hallar demasiados fósiles que daten del período cretáceo tardío y el terciario temprano en torno al supuesto impacto del asteroide.
Los descubrimientos que hoy detalla Science - y que son asunto del documental “Rise of the Mammals” producido por NOVA- resultaron de un cambio en el método de búsqueda e investigación paleontológica.
Tradicionalmente, los paleontólogos han salido en busca de huesos o fragmentos óseos que estén a la vista o puedan extraerse de las excavaciones, pero en 2016 Lyson participó en una expedición en Sudáfrica y vio la atención que los científicos dan a las concreciones.
En geología, una concreción es la acumulación en el seno de una roca porosa de sustancias transportadas en disolución por el agua que precipitan formando una masa en el sustrato, normalmente de formas redondeadas. El núcleo de una concreción puede ser materia orgánica, y “a veces ese núcleo orgánico puede ser un hueso”, explicó Lyson.
La ruptura de estas concreciones halladas en los acantilados de Colorado dejó a la vista una inmensa riqueza de fósiles tanto de animales como de plantas que presentan un panorama detallado de los primeros millones de años de recuperación, tanto del ambiente como de las especies, y de la relación dinámica entre plantas, animales y el clima.
“No sabíamos virtualmente nada acerca de este intervalo -comentó Lyson- “y de pronto, nos encontramos con todos estos fósiles sorprendentes que corresponden justo al centro de este intervalo”.
Desde 2016, los paleontólogos han documentado en el área casi 1.000 fósiles de vertebrados, más de 6.000 de plantas y han contado más de 37.000 granos de polen como parte de este estudio.
”Hemos documentado los cambios en el paisaje después del impacto, pasando de un mundo dominado por las palmas a uno dominado por un grupo más diverso de árboles", señaló Miller.
Fuente: EFE
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