La semana pasada, la Administración de Medicinas y Alimentos de EE.UU. (FDA) dio a conocer que no objetaba la manufacturación, distribución y venta de carne de pollo cultivada en el laboratorio por la empresa Upside Foods.
Hoy veremos cuál es la ciencia de las carnes cultivadas, una tendencia que muy probablemente dicte el consumo de carnes en el futuro de la humanidad, y su potencial impacto en la conservación del medio ambiente.
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Recursos insuficientes
Por coincidencia, la semana pasada, se anunció que la población del planeta había llegado a los ocho mil millones de habitantes. Solo tomó 12 años pasar de siete mil millones a la cifra actual. Tomará 14,5 años llegar a los nueve mil millones, y se calcula que para el año 2050, seremos casi 10 mil millones y 11,2 mil millones para el 2100.
Entre los múltiples retos de enfrentar tamaña explosión demográfica, se encuentra el de la alimentación de tan grande población. Sabiendo que una dieta saludable debe contener proteínas de alta calidad, el desarrollo de alimentos con este vital nutriente es una prioridad. Si bien es posible obtener proteínas de las plantas (quinua, soya), las proteínas de mayor calidad son las que se obtienen de los animales.
Hoy, la obtención de proteína animal se basa en el modelo de agricultura animal, en el que los animales son criados, sacrificados, y sus partes distribuidas en el mercado. El problema es que, por el pastoreo y pesca excesivos, la pérdida de hábitat, la acumulación de desechos de la industria cárnica, ese modelo es considerado uno de los principales causantes de la degradación del medio ambiente.
“Si bien es posible obtener proteínas de las plantas (quinua, soya), las proteínas de mayor calidad son las que se obtienen de productos animales”.
Por ejemplo, la agricultura animal produce el 65% de las emisiones de óxido nitroso del mundo, gas que tiene un impacto en el calentamiento global 296 veces mayor que la del CO2. Por otro lado, la cría de ganado para el consumo humano genera casi el 15% de las emisiones globales totales de gases de efecto invernadero, el cual es mayor que todas las emisiones del transporte combinadas. También, la agricultura animal utiliza casi el 70% de las tierras agrícolas, lo que la convierte en el principal contribuyente a la deforestación, pérdida de biodiversidad y contaminación del agua. Por último, se considera que el 82% de niños del mundo que pasan hambre vive en países donde los alimentos se dan al ganado, que luego se vende a países más ricos y desarrollados.
Las carnes cultivadas
El desarrollo de carnes cultivadas sería parte de la solución al problema creado por la agricultura animal. Utilizando energía 100% renovable en las plantas de producción, el desarrollo de carne cultivada utiliza 77% menos de agua y 62% menos tierra que la carne convencional.
En una carta enviada a la FDA, la compañía Upside Foods describe los pasos seguidos para desarrollar carne cultivada de pollo. En la misiva, se especifican detalladamente los pasos para obtener el producto final.
Lo primero es el aislamiento de dos líneas celulares de tejidos de pollo, las que incluyen mioblastos (células musculares) derivados de tejido muscular y fibroblastos derivados de tejido de la piel de dos huevos fertilizados. Debido a que las células aisladas y cultivadas tienen un ciclo de división celular limitado a 40 a 60 divisiones celulares (límite de Hayflick), los científicos han logrado suprimir la capacidad de senescencia de las células y modificar genéticamente su capacidad de división (inmortalización), lo que permite su uso durante años, si no décadas, reduciendo la necesidad de tomar muestras de células adicionales de animales.
Una vez obtenidas las células apropiadas, estas se depositan en cultivadores (biorreactores) que contienen un medio de cultivo celular patentado, optimizado para las necesidades de las células, y que contienen aminoácidos, ácidos grasos, azúcares, oligoelementos, sales y vitaminas, que se encuentran en alimentos para animales y humanos.
“Es muy probable que, en el futuro, se dejen de criar animales para sacrificarlos y que consumamos carne producida artificialmente de todo tipo”.
El cultivador mantiene la temperatura y los niveles de oxígeno adecuados para que las células crezcan y se multipliquen, y los tejidos son trasladados a biorreactores más grandes a medida que aumenta el volumen de los tejidos.
Por último, los tejidos se cosechan después de unas tres semanas y se obtiene un producto ligeramente más pálido, pero por lo demás similar al del pollo crudo. Una vez cosechada, la carne está lista para ser inspeccionada, preparada, empacada y distribuida. El producto final es una carne que tiene entre 70% y 80% de humedad, 10% a 20% de proteína, 1% a 5% de grasa y 1% a 5% ceniza. La verificación de que el producto final es carne de pollo se hace demostrando que la composición de aminoácidos derivados del músculo es similar a la carne, y se demuestra que el producto contiene tropomiosina, un importante marcador proteico del músculo esquelético. Una evidencia anecdótica aparece en la página web de Upside Foods, en que se muestra a personas que expresan su total satisfacción al probar la carne artificial.
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Próximos pasos
La respuesta de la FDA a la carta de Upside Foods dice que “la consulta voluntaria previa a la comercialización no es un proceso de aprobación”. “En cambio, significa que, después de nuestra evaluación cuidadosa de los datos y la información compartida por la empresa, no tenemos más preguntas en este momento sobre la conclusión de seguridad de la empresa”, aclara.
Esto abre el camino para que una vez que el Departamento de Agricultura inspeccione la planta de fabricación de la carne artificial, se pueda empezar a distribuir y vender el producto, que se calcula estará disponible el próximo año. Ya Singapur autorizó su venta en el 2021.
Es muy probable que, en el futuro, se dejen de criar animales para sacrificarlos y que consumamos carne producida artificialmente de todo tipo (incluidos pescados y mariscos).