Un equipo de investigadores ha descubierto en China restos de hombres de entre 12.000 y 5.000 años cuyos cráneos han sido deformados intencionalmente, según un estudio publicado en la revista "Journal of Physical Anthropology".
Los autores hallaron en el yacimiento de Houtaomuga 11 cráneos con los huesos de la parte frontal y posterior aplastados, haciendo que tomen una forma alargada.
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Si bien no es el primer vestigio de este tipo, los científicos de la Universidad de Jilin y de la Universidad A&M de Texas, que lideraron el trabajo, consideran que se trata del registro más antiguo de esta extraña práctica cuyo objetivo aún no está claro.
Sin embargo, creen que la modificación craneana, como en culturas de otras partes del mundo, fue realizada como un signo de estatus.
Antes se ha descubierto modificaciones craneanas similares en culturas como la Maya, los Hunos, las tribus Chinook y Choctaw de EE.UU y en la cultura Paracas, en el Perú.
Los expertos realizaron tomografías computarizadas a los cráneos con el objetivo de obtener un modelo tridimensional que les muestre cómo se hizo la modificación de los cráneos.
Tras analizar las imágenes, los investigadores observaron tres tipos de patrones de modificación, principalmente la modificación fronto-occipital.
Se hallaron cinco cráneos adultos modificados, cuatro de ellos pertenecientes a hombres y uno a una mujer. Estas personas fallecieron entre los 3 y 40 años.
El cráneo más pequeño, que correspondería a un niño de 3 años, fue enterrado con grandes cantidades de objetos valiosos, lo que reafirma la hipótesis de que este grupo pertenecía a una clase alta de su sociedad.
Sin embargo, los investigadores no encontraron los utensilios que sirvieron para las modificaciones, pero la evidencia en otras culturas indica que estas se habrían realizado cuando eran bebés, pues es en ese período en que los huesos craneales son blandos. Luego es imposible realizar algún cambio en la cabeza.
Para ello se utilizaban tablas paralelas que se ataban al cráneo con telas durante largos períodos, de modo que el hueso de la cabeza se calcificaba y tomaba una forma alargada.
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