El número de donaciones y trasplantes de órganos ha disminuido sustancialmente durante la pandemia. (Ilustración Giovanni Tazza)
El número de donaciones y trasplantes de órganos ha disminuido sustancialmente durante la pandemia. (Ilustración Giovanni Tazza)
Diego Suárez Bosleman

A comienzos de abril –cuando se fortalecían las medidas globales para combatir al SARS-CoV-2–, el número de trasplantes de órganos de donantes fallecidos en Francia se redujo en un 91%, en comparación con el mes anterior. Lo mismo se observó en EE.UU., con una disminución del 50%, según datos publicados en la revista médica “The Lancet”.

En el Perú, –la institución que realiza la mayor cantidad de este tipo de intervenciones– ha experimentado también este grave declive, motivo por el cual estableció nuevos protocolos de atención. El Comercio conversó con Mary Díaz, gerenta de Procura Essalud, sobre los cambios en los procesos de donaciones y trasplantes durante la pandemia.

— No se puede negar, el mundo experimenta un descenso en las donaciones y trasplantes de órganos...

Efectivamente. La caída en la tasa de donantes y en la actividad trasplantadora ha sido sustancial, inclusive en los países más avanzados. Por ejemplo, España, una de las naciones con la mayor tasa de donación de órganos, tenía un promedio de seis a siete trasplantes diarios; sin embargo, en los primeros meses de la pandemia, esas cifras bajaron a uno aproximadamente. El Perú, antes del coronavirus, ya tenía una tasa de donación bastante baja. Terminamos el año pasado con casi tres donantes por millón de habitantes. Logramos levantar un poco, pero no es suficiente. En el 2019, tuvimos 93 donantes fallecidos y pudimos realizar 534 trasplantes. En lo que va de este año, hemos llevado a cabo unos 106 trasplantes y hemos tenido 16 donantes fallecidos. La caída brusca ocurrió en el segundo trimestre del 2020. Más o menos, a partir de esa fecha, cayó en casi un 50% nuestra tasa de donación.

— ¿Qué tipos de trasplantes son los que se han realizado este año?

Hemos hecho un trasplante de corazón, uno de pulmón, 23 renales, ocho de hígado, 16 de córnea, 56 de médula ósea, y uno combinado de hígado y riñón. Recientemente, se realizó un trasplante de hígado pediátrico con donante vivo. La madre le donó a su hija de 9 meses, que tenía cirrosis congénita. Gracias a Dios, está evolucionando muy bien.

Según Mary Díaz, se están priorizando los casos graves y urgentes de trasplante. (Fotografía: Essalud)
Según Mary Díaz, se están priorizando los casos graves y urgentes de trasplante. (Fotografía: Essalud)

— Para mayo de este año unas 7.000 personas estaban en la lista de espera para un trasplante. Cuatro meses después, ¿la cifra ha cambiado?

Nuestros ocho hospitales trasplantadores ingresan a los pacientes a lista de espera cuando ya están aptos para trasplantes. Hoy nosotros registramos cerca de 4.000 pacientes en lista de espera. Ingresar nuevos significa calificarlos, evaluarlos, estudiarlos, y eso se ha detenido debido al COVID-19. Asimismo, solo se han estado atendiendo los casos de urgencia y emergencia. El control se ha hecho recién en los últimos meses, y ya estamos evidenciando la situación real.

— ¿Solo se están tratando los casos urgentes?

Así es. Los casos de urgencia cero son aquellos que tienen una extrema necesidad de conseguir el órgano porque están en una situación médicamente grave. De los cuatro casos que se encuentran en lista de espera de un corazón, dos son considerados de urgencia cero. Estamos tratando solo los casos urgentes y graves, debido a la baja tasa de donación y a la situación hospitalaria. El realizar trasplantes implica una situación de oferta adecuada en los hospitales: que las salas de operación estén disponibles, que estén libres de COVID-19 y que los anestesiólogos tengan disponibilidad para cirugías largas, entre otras cosas. No obstante, por ejemplo, existe ahora una alta demanda de anestesiólogos por el coronavirus. La falta de recurso humano impide habilitar ciertas salas de operaciones. El COVID-19 no solo ha afectado las donaciones, sino también el recurso humano hospitalario en general.

— ¿Qué factores dificultan el desarrollo del sistema de donación y trasplantes en el país?

El éxito de los programas de donación y trasplantes se basa en cinco elementos fundamentales. Tanto España como EE.UU., Argentina, Brasil y Uruguay tienen los mismos puntos claves. El primero es la equidad, el acceso universal al trasplante. En el Perú, solo aquellos que tienen una cobertura de aseguramiento pueden acceder a este servicio. Lo segundo es la organización: una institución supragubernamental que tenga financiamiento y estructura. La Organización Nacional de Donación de Trasplantes de España tiene financiamiento propio y más de mil personas dedicadas a esta labor. El soporte legal también es un pilar en este campo, así como el recurso humano y la promoción y difusión de la donación de órganos. La comunidad y la sociedad tienen que estar informadas sobre cuál es la situación de la donación de órganos en el país y por qué es bueno donar. Hay muchos mitos y creencias que la población tiene. Creo que esta época de COVID-19 nos va a dejar muchas enseñanzas. Tenemos que empezar a reconstruir aquellas cosas que necesitamos.

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