BUENOS AIRES. Un gliptodonte, mamífero prehistórico, fue hallado bajo el suelo de una fábrica de la provincia de Buenos Aires (Argentina) tras estar más de 10.000 años enterrado, explicó Damián Voglino, paleontólogo del Centro del Registro del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico (Crepap).
El fósil fue encontrado hace aproximadamente 15 días en la ciudad de Rojas -a 240 kilómetros de la capital argentina- cuando unos obreros trabajaban en la creación de un pozo en las inmediaciones de la fábrica Almar.
"Se dieron cuenta de que había algo raro, una estructura porosa y blanca. Inmediatamente pensaron que podía ser un resto fósil", detalló Voglino.
El mamífero prehistórico encontrado "no está completo", pero se pudieron identificar distintas partes anatómicas. Dentro del caparazón había restos esparcidos, la cadera o las vértebras, apuntó el paleontólogo.
A pesar de que los gliptodontes pueden llegar a medir hasta dos metros, el hallado es uno de los más pequeños, con un tamaño aproximado de un metro y medio.
A su juicio, el hallazgo es significativo por las estructuras biológicas que rodean el fósil y que permiten reconstruir el paleoclima en el que vivieron estas criaturas.
"Es un animal relativamente frecuente y el contexto en el que se encontró se analiza igual que se estudia la escena de un crimen", añadió.
En la extracción del fósil, iniciada hace tres días, participó toda la comunidad.
"Lo interesante de los hallazgos es que movilizan a toda la población. La gente se involucra en algo que les pertenece y así pueden contar que la historia no empezó con la llegada de Colón a América, sino hace más de 10.000 años de antigüedad con la aparición de plantas o paisajes", aseveró Voglino.
Como la ciudad de Rojas no cuenta con un museo con las características necesarias para albergar el fósil, la fundación de la fábrica Almar estudia instalar un espacio para que los restos de la criatura puedan exhibirse donde se encontró.
Para ello, ambas instituciones velarán para que se desarrollen las actuaciones necesarias para dotar al gliptodonte de un número de colección y un repositorio adecuado, indicó Voglino.
Fuente: EFE