La construcción del radiotelescopio más grande del mundo, que se ubicará en el sur de China y se espera que empiece a funcionar en setiembre del 2016, ha entrado en su última fase, según informó el diario oficial China Daily.
Este tipo de instalación, a diferencia de los telescopios ópticos, no observa el espacio a través de la luz visible, sino que opera en otra frecuencia del espectro electromagnético que le permite detectar las radiaciones que emiten los cuerpos celestes.
Cuando esté terminado, el radiotelescopio chino, con un reflector de 500 metros de diámetro y 1,6 kilómetros de perímetro, superará al del Observatorio Arecibo de Puerto Rico, con un reflector de 300 metros, como el mayor radiotelescopio del mundo.
El nuevo radiotelescopio de China, denominado Telescopio Esférico de Apertura de 500 metros (FAST, por sus siglas en inglés), se encuentra en un valle de la provincia china de Guizhou, en una zona alejada de los núcleos urbanos para evitar interferencias.
El radiotelescopio contará con un reflector formado por 4.450 paneles (placas triangulares en las que cada lado mide 11 metros) ensamblados, y todos ellos conectados con una cabina central suspendida entre 140 y 160 metros por encima de ellos.
El último sábado, los científicos empezaron a realizar pruebas en esta cabina, que tiene una fuente de alimentación que reúne todas las señales captadas del espacio por el radiotelescopio.
"Si comparamos FAST con un ojo, la fuente de alimentación es como su retina", porque todo lo que se detecta acaba llegando allí, explicó Sun Caihong, ingeniero jefe del programa a China Daily.
A finales de julio de este año, los ingenieros comenzaron a ensamblar las placas del reflector.
Ahora, solo falta que se complete la instalación de los 4.450 paneles y se inicien las pruebas en la cabina supone. Según anunciaron los científicos responsables del proyecto, la construcción del radiotelescopio, que comenzó en el 2011, ya ha entrado en la etapa final.
Fuente: EFE