El artífice del proyecto Solar Impulse, Bertrand Piccard, afirmó hoy que, si bien la vuelta al mundo con un avión propulsado solo con energía solar ya terminó, el mensaje de que la tecnología limpia ofrece soluciones para luchar contra el cambio climático sigue viajando alrededor del globo.
"El vuelo alrededor del mundo acabó" en julio pasado cuando el Solar Impulse II aterrizó en Abu Dabi, capital de los Emiratos Árabes Unidos tras un recorrido de 17 etapas sin usar ni una gota de combustible, dijo el suizo en una entrevista a un grupo de medios, entre ellos Efe.
"Pero no así el proyecto, porque el mensaje acerca de todas las soluciones que ofrece la tecnología limpia para luchar contra el cambio climático continúa viajando por el mundo", señaló con motivo del regreso del avión solar a su base en el aeródromo de Dübendorf, un lugar "simbólico" para la familia de Piccard.
Fue allí donde su abuelo, Auguste Piccard, "hizo un vuelo a la estratosfera con su globo", recordó su nieto.
Fue también su abuelo, físico y explorador además de profesor de Física quien escribió en 1942 un artículo sobre la necesidad de "convertirse a la energía solar". "Podemos estar muy felices con los resultados de Solar Impulse, recalcó Bertrand Piccard.
El mensaje de que hay que promover la energía renovable "es uno muy creíble" y la hazaña del avión solar dando la vuelta al mundo equipado de más de 17.000 células fotovoltaicas, "demuestra que la tecnología limpia puede hacer lo imposible".
Este mensaje también lo subrayó su compañero André Borschberg, el piloto también suizo que tomó los mandos del avión solar el 9 de marzo de 2015 para comenzar la aventura en Abu Dabi.
Las posibilidades que ofrecen las tecnologías limpias al mundo, "es exactamente lo que la gente debe entender ahora si queremos luchar contra el cambio climático", dijo.
"No debemos hablar solo de los problemas y de objetivos, sino también de las soluciones que nos permiten alcanzar las metas", recalcó, y explicó que precisamente por ello la Fundación Solar Impulse ha creado la Alianza Mundial para las Tecnologías Limpias.
Este foro pretende unir a todos los actores del sector y su objetivo es tener, en un máximo de dos años, "una lista de mil soluciones que podamos ofrecer juntos a gobiernos e instituciones para proteger el medioambiente", explicó.
Borschberg dijo que uno de los momentos más simbólicos de la aventura fue el viaje de Japón a Hawai, cuando entendió que el Solar Impulse "podía potencialmente volar para siempre", gracias a la energía renovable y a la eficiencia energética.
Para Piccard hubo "un momento fantástico" cuando estaba volando sobre el Pacífico entre Hawai y San Francisco, y pudo ser testigo por teleconferencia con la sede de la ONU de la firma de los jefes de Estado del Acuerdo de París.
"Yo les decía que los aviones eléctricos, las tecnologías limpias, con cero carburante, no son el futuro, sino el presente. Fue en ese momento en que sentí realmente que el mensaje del Solar Impulse estaba siendo escuchado", recalcó.
Piccard explicó que quiere continuar impulsando las tecnologías que se han desarrollado con el Solar Impulse: las aplicaciones eléctricas como se pueden encontrar en los vehículos eléctricos, y la fuente de energía solar.
"La propulsión eléctrica tiene un tremendo potencial, porque es eficiente, silenciosa, no contamina y es muy flexible en la manera en que puede ser utilizada", sostuvo.
En este sentido reiteró lo que ya había dicho cuando aterrizó en Abu Dabi al final de la histórica vuelta al mundo.
"Imaginen un avión que puede despegar verticalmente, volar horizontalmente y que puede llevar gente sin un piloto, eléctrico, que no contamina, que puedes utilizar para el transporte urbano. ¡Esto es lo que se puede hacer con estas tecnologías!", dijo.
Borschberg igualmente insistió en el mensaje que ha repetido en varias ocasiones: que en diez años "tendremos aviones eléctricos que podrán ser conectados en el suelo, que pueden hacer vuelos cortos con 50 personas a bordo".
Fuente: EFE