Un grupo de investigadores asegura que ser un "chico malo", raro o tener rasgos patológicos extremos atrae a las mujeres debido a que se toma como un factor evolutivo importante, según un estudio realizado por el Hospital Clínic de Barcelona, España.
De acuerdo a la investigación, las personalidades extremas podrían ser mejoras evolutivas o ‘darwinianas’ que proporcionan más éxito a la hora de relacionarse o procrear.
El investigador y psicólogo Fernando Gutiérrez, director del equipo del estudio, indica que ser “muy impulsivo, rígido, neurótico o compulsivo son algunos rasgos que ayudan a tener más relaciones sentimentales e hijos”. Y añade que este tipo de personalidades “no son enfermedades, sino estrategias evolutivas ventajosas”.
Los rasgos mencionados afectan de forma diferente según el sexo. Los hombres con rasgos obsesivo-compulsivos tienen más éxito a la hora de entablar una relación duradera que los que carecen de ellos. Entre las mujeres, sin embargo, son las neuróticas las que triunfan un 34% más con las parejas estables que las féminas sin esas características, y tienen un 73% más hijos.
El trabajo asegura que este tipo de personas tienen un 105% más de relaciones sentimentales breves que la media, pero el porcentaje se queda “solo” en un 45% extra cuando se trata de relaciones más extensos en el tiempo.
Además, la investigación se sugiere que este tipo de patologías no se han eliminado por selección natural debido a que suponen una ventaja evolutiva para destacar por encima del resto.
"Se puede decir que los ‘chicos malos’ atraen más a las mujeres, pero aún no sabemos la causa exacta. Ser impulsivo, temerario o antisocial no es una enfermedad. Este tipo de rasgos gustan más al sexo opuesto que las personas con caracteres más tranquilos”, asegura el doctor Gutiérrez.
El equipo de investigadores halló que -en mayor o menor medida- todas las dimensiones de la personalidad están relacionadas con la selección sexual. Aunque esta relación no es siempre positiva: las personas hurañas tienen menos parejas, y las patológicamente inseguras se reproducen muy tarde.
Para llegar a estas conclusiones, se realizaron entrevistas a 959 pacientes del mencionado hospital con edades comprendidas entre los 16 y 67 años. El grupo incluía una amplia gama que iba desde personalidades normales a trastornos graves.
Sin embargo, los investigadores aseguran que todavía es una muestra muy pequeña y que, además, no hay manera de saber si los sujetos analizados con personalidades extremas exageraban el número de parejas o si han tenido hijos desconocidos.
Además, indican que también se debe tener en cuenta otros factores como la inteligencia, atractivo físico o situación económica.
Fuente: Lavanguardia.com