Nadie desearía caminar a través de una nube de polvo y basura… pero el resultado puede ser sorprendentemente maravilloso.
Cuando la Tierra atraviese una nube de escombros cósmicos a mediados de agosto, los cielos nocturnos se iluminarán.
Es tu oportunidad de disfrutar de una extraordinaria exhibición de estrellas fugaces y, si tienes suerte, incluso de alguna que otra bola de fuego.
MIRA: COVID-19 y Rusia: ¿por qué su vacuna candidata y el antiviral avifavir generan tantas dudas?
¿Qué son las Perseidas?
Todo comienza con el cometa Swift-Tuttle girando en su órbita alrededor del Sol, al igual que la Tierra, pero en diagonal.
“Lo que ocurre es que, cada año, la Tierra choca contra la trayectoria de la órbita del cometa y todos los escombros abandonados”, dice el astrónomo Edward Bloomer, de los Museos Reales de Greenwich, en Inglaterra.
A medida que estos escombros —hielo, polvo y trozos de roca del tamaño de un grano de arroz— golpean las capas superiores de la atmósfera, "se encienden en llamas con resultados asombrosos, aunque a veces solo sea por una fracción de segundo", dice Bloomer.
Y la razón por la que la lluvia de meteoros Perseidas es tan especial es porque "aunque es más activa a mediados de agosto de cada año, se puede ver desde finales de julio".
Se puede disfrutar a simple vista y vale la pena mirar el cielo varias noches seguidas porque es posible que te recompensen con algún regalo ocasional, como una "extraña y espectacular bola de fuego".
Las Perseidas son como los fuegos artificiales de la naturaleza.
Y la lluvia de meteoros es tan prolífica que un observador poco atento podría detectar fácilmente hasta 100 estrellas fugaces por hora.
Y ten por seguro que, aunque los meteoros golpean la atmósfera de la Tierra a una velocidad asombrosa de 215.000 km/h, no representan ningún peligro.
"Date un capricho, extiende una manta y mira el cielo", dice Bloomer.
“Es increíblemente relajante” y es visible desde todo el mundo.
Síguenos en Twitter...