Dos ingenieros cubanos crearon una máquina para cortar el marabú, un arbusto espinoso de madera muy dura que invade los campos de cultivo de la isla y causa cuantiosas pérdidas a la agricultura y la ganadería.
"La maqueta (prototipo) está lista, después de varios años de ajustes y pruebas y, salvo algunos pequeños detalles, puede comenzar su producción industrial", aseguró Ricardo del Risco, director del centro de equipos industriales de la Universidad de Camagüey, en el oriente de la Cuba.
La máquina corta el marabú, que cubre 530 km de carretera entre La Habana y Camagüey, sin dañar el suelo y permite aprovechar toda su biomasa, reduciéndola a astillas óptimas para usar en generación eléctrica, según sus creadores, los profesores Rafael Leyva y Enrique Calzadilla, de la mencionada institución.
El prototipo "Leyca 1150" nació a partir de una cosechadora de caña de azúcar de tecnología soviética, que desde hace decenios se fabrica en la provincia de Holguín, cerca de Camagüey.
Tres empresas cubanas están interesadas en el proyecto, sobre todo de la industria azucarera, que generó el pasado año 837,5 gigawatts/hora, el 4,3% de la producción eléctrica nacional.
Según Del Risco, en los campos cubanos han sido probadas varias máquinas extranjeras sin los resultados esperados, básicamente por la configuración del terreno.
"El año pasado se compró una excelente desforestadora francesa (para cortar el marabú), que costó 350.000 euros y no dio resultado por el terreno", dijo el académico.
El marabú (Dichrostachys cinerea) es originario de África y Asia, y a mediados del siglo XIX fue introducido en Cuba y otras islas del Caribe.
Se trata de un arbusto de unos cinco metros de altura, con troncos macizos de hasta 18 centímetros de diámetro, de madera muy dura. Sus ramas espinosas forman entramados impenetrables, y su rápida propagación y crecimiento, incluso en terrenos irregulares o poco fértiles, lo hacen ocupar grandes extensiones.
En 2007, se calculó que el marabú ocupaba 1,3 millones de hectáreas en la isla, cerca del 20% de la tierra cultivable.
De acuerdo a los especialistas, su carbón da un fuego azul, casi sin humo ni cenizas, y la tonelada cuesta unos 300 dólares en el mercado internacional.
En 2013 Cuba exportó 70.200 toneladas de carbón vegetal, principalmente de marabú, a Italia, Canadá, Portugal, España, Francia, Grecia, Alemania, Bélgica e Israel, entre otros países.
Fuente: AFP