Feliz día mamá: 10 historias de madres coraje
Feliz día mamá: 10 historias de madres coraje
Redacción EC

ÁNGEL HUGO PILARES

Nos gustaría colocarlas todas, pero no es posible. De todas maneras, las historias que aparecen en esta nota nos permiten decirle al mundo cómo es la madre peruana: una mujer luchadora, que es el motor de su familia y que pese a las adversidades, es capaz de todo. Estas son solo algunas de las historias que nuestros lectores nos enviaron. Para ellas, y todas las madres luchadoras, va nuestro homenaje en su día.

LUZ MARIANA SILVA FERNÁNDEZ
"Mi nombre es Luz Mariana y tengo 11 años de edad. Vivo en España con mi madre, Danitza, desde el año 2009 y ambas somos peruanas de nacimiento. Ella lucha día a día contra el cáncer sin dejarse vencer y, por más dura que sea la enfermedad o sus tratamientos, no ha dejado ningún instante de darme su amor. No hay síntoma, ni dolor, ni tratamiento que la derrote pues la he visto recaer muchas veces pero siempre se ha vuelto a levantar. Ella me dice que yo soy su mayor motivo de vida y la razón por la que lucha con todas sus fuerzas para curarse, así es que he comprendido que estamos juntas en la batalla y  estoy segura que lo vamos a lograr".

CJ CHUMAN
"Aún mi esposa no era madre, aún no sabía qué era ese sentimiento; pero un 3 de diciembre del 2008 la fuente que cargaba a uno de nuestros trillizos se rompió inesperadamente. Los bebes aún no estaban formados. Tenían recién 6 meses de gestación y si el parto se daba en ese momento ellos morirían. Los doctores le inyectaron medicamento para hacer desarrollar a los bebes más rápido. Mi esposa aguantó el parto por 56 horas con dolores inimaginables, fuertes sangrados y convulsiones. Con agua en los pulmones, con muchos órganos colapsados, pero ella estaba totalmente dispuesta a dar su vida por sus hijos".

CRISTI BUTERICH TOUMA
"Mi madre Margarita Touma Tinajeros tuvo que salir adelante con 5 hijos, prácticamente sola. Mi hermana mayor hacia el rol de mamá cuando mi madre salía a trabajar. Se privó de compartir tiempo con sus hijos, pero como todos sabemos: si no trabajas, no comes. Tuvo trabajos muy duros, pero aun así su consigna era sacar adelante a sus hijos. Yo vivo orgullosa de la madre que Dios me dio, que pese a los golpes que le ha dado la Vida, sigue poniéndose de pie. No es de acero pues varias veces la he visto llorar, pero nos demostró, lo que es el amor de madre cuando jamás tuvo una".

JOEL HINOSTROZA ZÁRATE
"Hace diez años tuve un accidente de tránsito provocado por una de esas combis asesinas. Mi madre  Aurelia Zárate León tiene 72 años de edad y, desde hace aproximadamente 20, tiene la enfermedad de Parkinson. Cuando me accidenté, a pesar de la enfermedad que tiene y la edad con la que cuenta, estuvo todos los días conmigo en el hospital: me cuidaba, se sentaba a hablarme, a  reír o a veces hasta llorar conmigo. Muchas veces ella trabajó, a pesar de que mi padre lo hacía, para que no nos faltará nada: iba a cosechar papas o a pastar ovejas, pues ella jamás se sentó a esperar el dinero de mi padre. Siempre luchó por nosotros y, lo más importante de todo, nos inculcó educación y valores".

MARCO ENRIQUE SOTO ALARCÓN
Mi madre nos crió sola desde que puedo recordar. Ella aún estudiaba en el instituto de bellas artes de Arequipa y después de un tiempo abrió su propio negocio, pero el uso constante de disolventes para la pintura con que trabajaba le daño los pulmones. En el 99 o 98 perdimos la casa en un sismo bastante fuerte,  vivimos alojados en la casa de una de sus primas y luego llegamos a Huaral, a un terreno que sus padres compraron en el 70. Ella actualmente vive ahí sin luz, sin agua y sola con mi hermano de 20 años, un joven con habilidades diferentes.

RICARDO PILLACA BURGA
Hace ya más de 10 años que mi Papá Falleció. Por entonces yo tenía 10 años; mi hermana Grecia, 6 y esperábamos la llegada de mi último hermanito, Kefrén. A mi padre lo asesinaron por querer robarle el vehículo. Desde allí, la señora Olga Burga, que es mi madre, ha hecho hasta lo imposible para sigamos surgiendo frente a las adversidades. Mamá siguió por un tiempo con el pequeño negocio que dejó mi papá, haciéndolo resurgir. Ahora se encuentra en un pequeño negocio inmobiliario. Desde que falleció Papá muchas cosas cambiaron, menos la perseverancia y el amor de mi mamá.

MATÍAS BENZAQUÉN VILLALOBOS
Desde que mi hermano y yo tenemos uso de razón, siempre hemos estado al lado de una persona con discapacidad intelectual pues mi mami, Mercedes Villalobos Manrique, es una maestra especial. Ella nos ha enseñado que no hay diferencias entre ellos y nosotros y que muchas veces son más hábiles que nosotros y también más amorosos y nobles. Mi madre no será millonaria económicamente, pues tiene muchos becados en su colegio pero es rica en espíritu y en alma.

ROLANDO ALBARRACÍN PARDO
De niña mi madre Rosa María Pardo Cáceres sufrió de poliomelitis, con lo que más de la mitad de su cuerpo quedó inmóvil, pero se recuperó gracias a otra gran Madre, mi abuela. A pesar de su discapacidad física siempre fue activa. Conoció a mi padre, se casaron y tuvieron hijos a pesar que muchos dijeron que era imposible. Aun con su dificultad física, hacía la limpieza de la casa, cocinaba, compraba en el mercado y también trabajaba. Mi padre falleció hace 13 años y ella supo sacarnos adelante: se puso a trabajar por que la pensión no alcanzaba lo suficiente para los gastos que teníamos en la familia, pero tuvo que dejar el trabajo por un accidente. Luego le detectaron síndrome postpolio. Hoy podemos decir que es una sobreviviente: de un grupo de alrededor de 30 personas con este mismo síndrome, ella es una de las pocas personas que aún está entre nosotros.

MELISSA CHUQUICUSMA RUIZ
Aún recuerdo cuando tenía nueve años: mi madre trabajaba de amanecida, de 10 p.m. a 6:00 a.m. en una pastelería. Luego llegaba a la casa a dormir un par de horas y otra vez se iba a al mercado a instalarse en su puesto donde vendía pollo. Luego iba a casa a cocinar y atendernos. Mi madre es una mujer luchadora que ha vendido de todo para sacarnos adelante y poder darnos una educación. Hoy, a sus 51 años, sufre de artrosis, una enfermedad que avanza. No veo la hora de hacerme una gran profesional y poder darle una vida más tranquila para que pueda dejar de trabajar.

LIZET JACQUELINE A.C.
Mi mamita (mi abuela) se llama Juana y falleció hace unos 4 años. Ella quedó viuda con 4 hijos aun pequeños, no sabía leer ni escribir y no tuvo ningún tipo de indemnización por la muerte de mi abuelo. Lo único que podía hacer en ese momento era refugiarse en sus hijos. Trabajó en el mercado, haciendo todo lo posible por llevar un pan a casa: se levantaba muy temprano para poder comprar y vender en los mercados frutas u otras cosas. Mi abuela nunca se volvió a casar o a tener ningún compromiso ya que solo vivía para y por sus hijos. Ella cuidó de sus dos hijos varones cuando cayeron enfermos, demostrando mucho amor y fortaleza. Aquella madre que ya siendo anciana y aun con dolores típicos de su edad, subía y bajaba escaleras, hacia grandes esfuerzos para cuidar a mis dos tíos, aun siendo una anciana se valía por sí misma, era una mujer incansable e independiente, siempre le ha gustado trabajar y ocupar su tiempo criando animales o haciendo negocios.

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