Tan pronto como el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció esta semana su propia cuenta de Twitter, hordas de seguidores comenzaron a seguir la cuenta @POTUS (sigla en inglés de Presidente de Estados Unidos).
El presidente ya tenía una cuenta oficial con más de 59 millones de seguidores, pero la llevaban sus ayudantes, al contrario que su nueva cuenta con la que dice que quiere estar en contacto directo con el público.
En tan sólo cinco horas batió un récord Guiness al convertirse en la persona que alcanza con más rapidez un millón de seguidores en Twitter.
Puede que Obama quiera tener en cuenta algunos consejos de otros líderes mundiales que pueblan la Tuitosfera, algunos de los cuales tienen en cuentas personales desde el principio, aunque también hay quienes se niegan rotundamente a tuitear de cualquier forma.
La "Tuitplomacia"
Los jefes de gobierno de todo el mundo han ido aumentado el uso de Twitter como una herramienta para difundir su mensaje y ganar apoyo para sus políticas. Hay incluso un término para esta forma de diplomacia digital: "Tuitplomacia".
La compañía de relaciones públicas Burson-Marsteller publica anualmente un informe en el que analiza cómo se desempeñan los líderes en Twitter. Sus hallazgos sugieren que la cuenta oficial del presidente estadounidense ya está entre las más seguidas de la élite política.
Como jefe de estado del Vaticano, el papa Francisco está también incluido en la lista de "Tuitplomacia" y se sitúa en el segundo puesto en número de seguidores.
Pero en su caso se tienen en cuenta todas las cuentas en nueve idiomas diferentes, lo que no es del todo justo con los otros líderes mundiales, entre ellos el presidente de India Narendra Modi, que ocupa el tercer lugar en términos de poder, teniendo en cuenta el número de seguidores.
Hay dos factores importantes a tener en cuenta al considerar la jerarquía del número de seguidores, como la población del país. El tamaño de India, en este sentido, ciertamente ayuda a Modi.
Otro factor es el nivel de penetración de Twitter.
En Turquía la plataforma de microblogueo es muy popular, lo irónico es que su presidente, Recep Tayyip Erdogan, que es el cuarto líder más seguido del mundo, tiene una complicada relación con Twitter.
Durante las protestas antigubernamentales que sacudieron a Estambul y el resto del país en el verano de 2013, Erdogan acusó a Twitter de ser una "amenaza" para la sociedad turca porque sus oponentes fueron fervientemente activos en Twitter para organizar las manifestaciones. Desde entonces, en más de una ocasión el sitio ha sido temporalmente bloqueado.
El tamaño no importa
Entre los latinoamericanos el que más seguidores tiene es el presidente de México Enrique Peña Nieto, quien con más de 3,7 millones de seguidores adelanta ligeramente al colombiano Juan Manuel Santos.
La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner supera los 3,6 millones de seguidores, mientras que la brasileña, Dilma Rousseff, y el venezolano Nicolás Maduro, completan la lista.
Pero el tamaño no lo es todo en "el mundo Twitter". Otro elemento fundamental para medir la presencia del político en la red es cuán activo es en Twitter.
Los políticos latinoamericanos están a la cabeza en este aspecto. El presidente mexicano es el más prolífico con una media de 68 tuits al día, seguido de cerca del venezolano Maduro, que lanza de media unos 64 tuits diarios.
No obstante, ¿tuitean ellos mismo? Después de todo, esta es la diferencia que destaca la nueva cuenta de Obama. La mayoría de las cuentas de Twitter de los líderes mundiales las llevan un ejército de asistentes de prensa que evalúan cuidadosamente cada giro de una frase.
El presidente de Estonia, Toomas Hendrik Ilves, es conocido por ser una excepción, así como la primera ministra noruega Erna Solberg, que en ocasiones comete algunos errores debido a su dislexia, como reconoció en una respuesta a un tuit.
Pero los críticos de la presidenta de Argentina Cristina Fernández de Kirchner asegurarán que hay cosas peores que un error al escribir una palabra.
Durante una visita a China, Kirchner tuiteó burlándose de la forma en la que los chinos que hablan español pronuncian la letra "r" lo que causó una gran controversia.
Kirchner fue acusada de racista y sus comentarios hicieron titulares en la prensa de Argentina.
¿Cómo evitar riesgos?
Una forma de evitar cualquier riesgo de un paso en falso o un malentendido en Twitter es no tener una cuenta, en primer lugar.
Entre los líderes mundiales del G7, que agrupa a las principales potencias mundiales, la canciller alemana, Angelea Merkel, es la única que no tiene cuenta en Twitter. Quizá considere los 140 caracteres muy restrictivos para la longitud de los nombres compuestos en su idioma.
Y un último dato que puede ayudarles a poner las cosas en perspectiva: ningún líder mundial encabeza la popularidad en Twitter.
Esta hazaña va para la estrella del pop Katy Perry, a la que sigue de cerca el también cantante Justin Bieber.