La competición se desarrolla cada dos años entre 80 equipos. (Foto: YouTube)
La competición se desarrolla cada dos años entre 80 equipos. (Foto: YouTube)
Redacción EC

Considerado una de las competiciones más extrañas y espectaculares que creó la humanidad, las torres humanas de Cataluña son un evento que congrega a miles de personas cada año en Tarragona (España), cuenta la serie de Great Big Story.

El desafío es un ejercicio de balance y fuerza en la que cientos de 'castellers', o constructores de la torre, forman estructuras humanas elaboradas que se elevan en hasta diez niveles logrando una altura de 15 metros a más. Pero su espectacularidad no recae en lo antes mencionado, sino en que, a veces, las torres se caen.

"El castell es una estructura formada por personas humanas. Es una torre humana", dice Michael Entecott, miembro de Castellers de Vilafranca. "Castells son una tradición catalán de más de 200 años. Hoy en día, hay más de 80 colles o equipos diferentes extendidos por toda Cataluña".

La competición se desarrolla cada dos años. Todos los equipos participan en una ronda clasificatoria, donde los 12 mejores son escogidos para su máximo desafío, el Concurs en Tarragona. En la actualidad, hay un equipo que destaca, el heptacampeón Castellers de Vilafranca.

Michael es un orgulloso miembro de Castellers de Vilafranca. Está a la expectativa de ganar el octavo título consecutivo junto a su equipo, conformado por entre 300 a 400 personas que trabajan a la vez.

"Lo más importante cuando tratamos de hacer los castillos es, obviamente, la seguridad de las personas involucradas. Tenemos niños muy pequeños de edad de cuatro o cinco años que van a subir a la parte más alta del castillo", dice Michael. "Todo el mundo está trabajando para asegurarse de que esta es la más segura posible actividad para ellos".

La seguridad es más que necesaria para todo los participes. Hay veces en que faltan las fuerzas y el castillo colapsa, provocando que las personas se rompan una pierna, un brazo o lesiones en el hombro. Para el aficionado, esto es espectacular, pero muy peligroso a la vez.

La presión aumenta a medida que el castillo crece. Si bien el peligro de caídas es para quienes están en la parte de arriba, la fuerza de la base de la estructura se va perdiendo junto al oxígeno. Hay personas que se desmayan o colapsan porque se esfuerzan en la responsabilidad colectiva de no dejar al equipo.

"Cuando escuche la música final que da a conocer que el castillo está completado, puede relajarse un poco, pero todavía tiene que estar concentrado porque esta es la parte más peligrosa del castillo, ya que si se relajan demasiado, la estructura puede colapsar muy rápidamente", dice Michael.

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