Antes de grabar sus escenas en “Luz de Luna 3″, Sebastián Ligarde ora y se encomienda a Dios. Esta es la segunda vez que el actor mexicano interpreta a un personaje diabólico en TV y no puede evitar sentir temor. “Son papeles muy difíciles. Hay que tener el alma tranquila y envolverse en luz para repeler esa energía negativa”, aclara sobre su desafiante rol en la nueva ficción de Del Barrio Producciones, la cual se estrenará este 11 de abril en horario estelar por América TV.
Después de protagonizar “DeMente Criminal”, en 2015, potente serie estadounidense basada en el bestseller “Sangre en el Diván”, Ligarde Mayaudon dejó de actuar para dedicarse íntegramente a la escuela de actuación que abrió en Miami. No estaba en sus planes volver a actuar, cuando, a inicios del 2023, recibió una seductora propuesta laboral, desde Lima.
"Al principio dudé porque, en ese momento, la situación en Perú estaba difícil por los paros y huelgas. Luego se calmó todo y en internet vi que las temporadas anteriores de la telenovela habían sido exitosas"
“Estaba en mi casa, atendiendo mi escuela, cuando me llamó Mónica Lañas, en representación de Michelle Alexander de Del Barrio Producciones, para decirme que querían contar conmigo para ‘Luz de Luna’. Al principio dudé porque, en ese momento, la situación en Perú estaba difícil por los paros y huelgas. Luego se calmó todo y en internet vi que las temporadas anteriores de la telenovela habían sido exitosas. Entonces dije: ‘Que bendición que me llamen de un megaproyecto, de éxito inmenso, consolidado y de tremendo rating’. El personaje y las condiciones laborales también eran muy buenas. No pude negarme”, comenta el actor.
Esta es la cuarta vez que el artista poblano trabaja en Perú. A mediados de los años 80 hizo un stan up comedy con el comediante Carlos Álvarez. En 2001 actuó junto a Susan León en el largometraje de Jorge Araujo, “Ángel de la noche”. Tres años después volvió a nuestro país para sumarse al elenco de actores de la telenovela “Tormenta de pasiones”.
En la producción de Del Barrio y América TV, Sebastián Ligarde interpreta al empresario musical mexicano Adán Cruces Lezama. Según el actor, el personaje “más malvado” de su carrera en TV.
“Mi personaje viene al Perú para contratar a León de la cumbia (André Silva). Es un emisario del diablo, sus maldades son muy del alma. Es maléfico, tiene poderes sobrenaturales y una gran capacidad para seducir. No es un villano clásico, es menos dramático, bastante complejo, tiene muchos matices, es oscuro. La historia empieza en México donde él dará un concierto y luego nos trasladamos a Perú”, explica.
─¿Es tan oscuro como el malvado Memo de “Quinceañera”?
Son muy distintos. A Memo le di un lado humano y un gran sentido del humor. Hice que la gente se riera y encariñara con el personaje. El villano se volvió humano porque nadie puede ser tan malo ni tan bueno, siempre tiene que haber un balance.
─¿Ese fue el rol más retador de tu carrera?
El tema era retador porque hasta ese momento no se había tocado en las telenovelas el abuso sexual, las drogas y las bandas de chavos; pero las escenas no eran retadoras.
─¿Alguna escena te marcó?
Una de “Pobre Juventud”, la telenovela que hice un año antes de “Quinceañera”. Mi personaje se estaba ahogando y creyeron que realmente me estaba muriendo y pararon la escena. Cuando se retomaron las grabaciones, y yo llegaba a la orilla de la alberca, alguien tenía que sacarme con el brazo. El jalón fue tan fuerte que me rompieron una costilla, me quedé sin aire y empecé a ahogarme de verdad. No recibí auxilió inmediato porque pensaron que estaba actuando. Fue un momento de mucha angustia.
─¿Por qué en el 2009 dejaste la actuación?
Porque descubrí la docencia y me gustó demasiado. Cuando estaba haciendo una telenovela en Miami, para Venevisión, me pidieron entrenar a un grupo de actores jóvenes. Me hicieron una oferta tentadora. Enseñaba tres veces por semana. Como me encantó enseñar, al final del proceso, abrí mi propia escuela de actuación, en Miami. Por primera vez era mi propio jefe y podía poner mis horarios.
─Y cinco años después, ¿qué te motivó a actuar nuevamente?
Que me propusieran protagonizar la primera serie de Univisión, “DeMente Criminal”. Era un personaje biográfico que había hecho cosas terribles en su vida, era un regalo buenísimo para regresar y quizás terminar mi carrera con este proyecto. Era una salida muy digna.
─¿Qué representa la actuación en tu vida?
El ser actor es el cumplimiento de una vocación que tengo desde que nací. Cuando era muy chico, mis padres me construyeron un teatro pequeño en la casa porque me gustaba actuar. En el colegio seguí haciendo teatro, luego estudié actuación a nivel universitario, abrí mi propia escuela en Miami y, posiblemente, abra una en Perú. Aquí hay mucha gente talentosa interesada en aprender.
─¿La actuación ha sido sanadora para ti?
El amor sana, lo que no sana es el desamor. Si yo estuviese trabajando en algo que no amara, podría estar insatisfecho y enojado. Gracias a Dios me gano la vida haciendo algo que amo.
─El año pasado viviste momentos de angustia cuando te detectaron dos tumores de colon...
Fue horrible. Como se perdieron los primeros reportes del laboratorio, se tardaron casi seis meses en darme un resultado definitivo antes de extirparme los dos tumores que tenía: uno de 11 cms, y otro de 33 cms.. Luego de seis meses de susto me dieron un informe negativo de cáncer. Fueron momentos de mucho estrés, angustia e incertidumbre. Bajé muchísimo de peso, como quince o 20 kilos, estuve en un estado de depresión muy fuerte, me dio anorexia.
─¿Es un renacimiento?
Así es. También es darme cuenta de que tengo que escoger muy bien los proyectos que haga a partir de ahora porque me estoy acercando a la meta. Ya voy a cruzar la línea, ya va a terminar mi carrera, tengo casi 70 años.