El recorrido al Caminito del Rey (España) no se toma a la ligera. Quien desea completarlo, debe saber que caminará entre estrechos senderos que lucen como una diminuta grieta entre dos altísimas paredes de piedra. También pasará por secciones cuyo piso es una rejilla que permite mirar directamente hacia el abismo. Y, aunque la experiencia es segura, habrá tramos donde el viajero querrá abrazarse a la roca para superar el vértigo.
Por estas razones, este atractivo turístico, es considerado una de las rutas de senderismo más extremas del mundo. No es porque explorarlo sea un riesgo, sino por su ubicación única: abarca casi ocho kilómetros en un cañón tallado por el río Guadalhorce, en el Paraje Natural Desfiladero de los Gaitanes. La formación alcanza hasta 700 metros de profundidad.
Se ubica en la provincia de Málaga, perteneciente a la comunidad autónoma de Andalucía. Queda a dos horas en auto desde Sevilla.
Su origen
Cuando se creó, a principios del siglo pasado, la vía no tenía ningún fin turístico. De hecho, su propósito era facilitar los trabajos de mantenimiento de un canal de agua que serviría como parte de una central hidroeléctrica. Se le llamó Caminito del Rey porque Alfonso XIII acudió a inaugurar la obra.
Antes de que el sendero existiera, ya había una ruta de tren que pasaba por el margen izquierdo del río Guadalhorce, el Caminito del Rey se construyó a la misma altura, pero del lado derecho del río.
Cuando terminaron las obras en la zona, la gente de El Chorro, la aldea más cercana, comenzó a utilizar el camino. Tanto los trabajadores que se establecieron ahí, como las familias locales, lo usaban para comunicarse con otras poblaciones. Incluso pasaban de noche, ya que contaba con luz eléctrica.
La aventura
Aunque el Caminito del Rey se extiende por aproximadamente ocho kilómetros, solo tres corresponden a pasarelas ubicadas por encima del suelo. La experiencia completa puede tomarte cuatro a cinco horas.
En la ruta hay dos grandes desfiladeros. El de Gaitanejo es el primer escenario espectacular del viaje. Consiste en una pasarela de madera construida entre dos paredes de roca caliza, cuya separación mide 10 metros de ancho. Esa misma pasarela se ha construido tres veces; la primera versión consistía en tablones sostenidos por piezas de hierro clavados al muro, y solo una cuerda servía como pasamanos.
Hay una sección llamada Lugar de Soto, que separa los dos desfiladeros. Es un sinuoso camino que baja hasta casi llegar al río; cerca de su punto más bajo hay una pequeña caverna.
Entre los dos antiguos túneles del ferrocarril, está el Puente del Rey. La estructura se volvió célebre por haber sido cruzada por Alfonso XIII durante su visita a la obra.
El segundo desfiladero, de los Gaitanes, es la parte más emocionante de la ruta. Una cosa es segura: al caminar por él, todo visitante experimenta vértigo. Las pasarelas están enclavadas a más de 100 metros de altura; sobre ti, las paredes de roca alcanzan hasta 250 metros. Desde este punto puedes ver los restos del antiguo Caminito del Rey.
La prueba de valentía es el Balcón de Cristal, un mirador con piso transparente, que da la sensación de estar flotando sobre el abismo.
Casi al final, llegas al punto más famoso de la ruta. Es un puente de 35 metros que cruza de un muro de piedra a otro, a 105 metros sobre el río. Su piso es de rejilla, por lo que asomarte hacia abajo puede resultar inquietante. La estructura es capaz de cargar hasta 50 mil kilos.
A veces, por las condiciones meteorológicas, es necesario cerrar el acceso al Desfiladero de los Gaitanes. Ya existe un túnel que te lleva a los puntos más icónicos de este último tramo para que no te los pierdas por culpa del clima.
Más información
Horarios: El primer horario de entrada es a las 9:30 a.m. y el último a las 4:30 p.m. Es necesario reservar tus boletos con anticipación, pues de agotan rápido.
Costos: La entrada general cuesta 10 euros. Un recorrido guiado cuesta alrededor de 18 euros. No pueden acceder menores de 8 años. www.caminitodelrey.info.es
Con información de El Universal, México (GDA)