“Hace poco me fui de viaje a Brujas, una ciudad ubicada a 90 km. de Bruselas, la capital belga. Llegué con unos amigos luego de recorrer algunas ciudades holandesas.
Ahí me encontré con gente en bicicleta, una plaza maravillosa y carrozas antiguas que te remontan al pasado, pues pareciera que esta ciudad se hubiese detenido en el tiempo. Como todas sus calles son peatonales, pude recorrerlas a pie y admirar la increíble arquitectura medieval.
En Brujas probé los mejores chocolates de mi vida y también descubrí una tiendita donde vendían vestidos bordados a mano, donde compré uno que me traje de recuerdo del viaje.Otra cosa que no olvidaré es su exquisita cerveza. Tuve la oportunidad de probar una suave hecha de trigo y estuvo buenísima”.