Alessandra Fuller:"No estudio una carrera universitaria sino 2"

Alessandra Fuller es una actriz hiperactiva que se queda quieta cuando trata de definir qué deseo pediría si solo se le concediera uno en la vida. Minutos después dirá que ninguno. No imagina ningún gran deseo porque, asegura, sabe estar feliz con lo que tiene. Lo que tiene: unos padres que la apoyan siempre, una hermana cómplice, un papel protagónico en una telenovela nacional, una película por estrenarse, un piloto para televisión extranjera, estudios en dos carreras universitarias, un trabajo social en el que cree, un novio en quien confía. Además, Alessandra Fuller de veintiún años es incapaz de nombrar a una persona cercana que haya vivido una tragedia. 

Con una vida libre de mayores desdichas, la actriz ha aprendido a sentir el sufrimiento ajeno en la ficción. Alessandra Fuller actúa en teatro y televisión desde que era niña pero ahora la mayoría la conoce a partir de su papel protagónico en la telenovela “Ven, baila quinceañera”. Es esa historia la que le ha enseñado a la actriz el sufrimiento de tener a un ser querido con una enfermedad grave. En la vida real, Alessandra no tiene ningún pariente o amigo con cáncer, pero en la ficción su personaje Rossy tiene una hermanita menor con leucemia. Interpretar el dolor de acompañar a alguien en la enfermedad produjo en ella un preocupación real y hoy, al lado de la Liga contra el Cáncer, la actriz espera contagiar esa empatía en sus seguidores.

Actúas desde los 11 años pero con “Ven, baila quinceañera” te has convertido en una figura muy popular.
¡Sí! Hay un antes y un después de la serie en mi vida pública. “Ven, baila quinceañera” es uno de los proyectos juveniles más importantes de la televisión peruana y por eso los protagonistas hemos adoptado la responsabilidad de cuidar nuestra imagen. Miles de jóvenes peruanos nos ven y sabemos que podríamos influir en ellos.

¿Esa conciencia es la que te motivó a unirte a esta campaña?
Me siento bendecida de que la Liga contra el Cáncer me haya convocado como vocera para la campaña. Es una oportunidad para ayudar a que los jóvenes conozcan más de esta enfermedad. Que aprendan a que se puede curar si se detecta a tiempo y a animarlos a informarse más sobre la prevención del cáncer. Gracias a “Juntos sí liga” he leído testimonios de varios pacientes e información sobre el cáncer en nuestro país. He aprendido tanto… sé que miles de familias necesitan nuestro apoyo.

Estás invitando a los más jóvenes a apoyar de manera concreta.
Queremos convocar a todos los jóvenes para que se sumen y sean portadores de las latas de la colecta a nivel nacional de la Liga contra el Cáncer que será el 7 y 8 de setiembre. Hay que participar y hay que informarse. Honestamente, con prevención podemos cambiar la realidad. Más de 25 000 peruanos mueren al año a causa del cáncer y por falta de cultura preventiva. Podemos cambiar eso informándonos. Así, estos pacientes y las cifras serán menos ajenos.

¿Qué deseo pedirías tú?
Qué difícil...¿Sabes? Soy feliz con lo que tengo y me rodea. Hago lo que amo que es actuar y encima como soy una loca hiperactiva no estudio una carrera universitaria sino dos. Soy feliz y creo mucho que uno atrae las cosas positivas, si se mantiene positiva. Me encanta lo que hago y esa motivación me llena para atraer lo bueno a mi vida. No se me ocurre ningún deseo. Estoy feliz y tranquila con lo que tengo.

Hace poco por una foto que subiste a Instagram, algunos empezaron a llamarte gorda.
Me sorprendió mucho no que me lo digan, sino la relevancia que le dan tantas personas al aspecto físico en nuestra sociedad. Yo quisiera invitar a los jóvenes a reflexionar sobre la importancia del físico que es tan efímero. Amo mi cuerpo y estoy contenta conmigo misma. Eso atrae lo positivo.

Pablo Heredia, tu novio, te defendió llamándote “perfecta”. Él tiene 38 años y tú 21. ¿Cómo manejan la diferencia de edad?
El primer año en el que nos conocimos, nos hicimos mejores amigos. Tenemos muchas cosas en común a pesar de la edad. Yo soy una chiquivieja y él es bien jovial (risas). Sabemos que nuestra relación está expuesta y que no es normal, pero hay mucho amor y eso nos tiene tranquilos. Tomo mi relación con madurez y responsabilidad y disfruto la etapa en la que estamos, no pensamos más allá.

Trabajo, novio, voluntariado, ¿dos carreras universitarias?
¡Todo el mundo se sorprende! (risas). Estudio un programa de doble grado en la San Ignacio de Loyola. Elegí Negocios Internacionales, porque me va a abrir mucho más mundo. Hoy todo es un negocio. Hasta poner un post en tu red social lo es, entonces hay que prepararse. Además, estudio Ciencias de la Comunicación porque me encanta.