Estás sentada en la oficina y recibes una llamada de tu jefe. ¿Será un aumento? ¿Te propondrá un nuevo proyecto? Llegas entusiasmada y te da la noticia: estás despedida.
Hay mil maneras de reaccionar ante este complicado escenario, unas que pueden marcar de forma negativa tus últimos momentos en ese trabajo u otras que te harán salir por la puerta grande. Te dejamos algunos consejos para ganarle a la adversidad y seguir para adelante.
Mantén el control de la situación
Sabemos que la noticia te puede caer como un baldazo de agua fría pero respira profundo y sigue adelante. Si te lo dicen en horario de trabajo, ponerte a gritar o a llorar desconsolada no son buenas opciones. Saca a relucir tu profesionalismo y, al llegar a casa, desahógate con tu almohada.
No permitas que esto tumbe tu ánimo
Si te pones a pensar en cosas como de qué vivirás ahora, cómo pagarás las deudas o cómo sacarás a tu familia adelante terminarás por angustiarte y deprimirte. Efectivamente son aspectos que debes considerar si es que te quedas sin trabajo pero no debes dejar que esto afecte tu autoestima. Ten siempre una mentalidad positiva.
Haz preguntas
Si tienes la oportunidad, pregúntale a tu jefe qué cosas considera él que no son apropiadas para el trabajo y que lo han llevado a tomar la decisión de despedirte. Pídele que te aconseje y esfuérzate por seguir esas recomendaciones en tu próximo trabajo.
Evita destruir la relación
El mundo da muchas vuelta y nunca sabrás en dónde puedes terminar la próxima vez, si te cruzarás nuevamente con alguien de tu antigua empresa o si necesitarás su ayuda. No generes situaciones incómodas en la oficina ni pierdas los papeles pues la decisión está tomada. Demuéstrales que eres lo suficientemente madura y sé profesional.
No busques culpables
Hay decenas de motivos por los cuales optaron por prescindir de tus servicios en la empresa y es posible que ya te los hayan explicado. Una vez fuera, pasa la página. Deja de darle vueltas al asunto buscando culpables, inventado motivos o pensando en todas las cosas que hiciste mal. Lo hecho, hecho está así que ahora a seguir para adelante.
Vuelve al ruedo
Nadie dice que no vas a sufrir un tiempo por la situación, especialmente si es que tenías varios años trabajando en un mismo lugar. Los cambios no siempre son sencillos pero tú eres más fuerte que ellos y lograrás superarlos. Piensa que hay algo mejor para ti ahí afuera y empieza a buscarlo.