El verano es una época de soltura. Sobran las excusas para relajarnos ante un clima más inclemente y literalmente soltarnos el pelo para que, cual comercial de champú, vuele libre y texturizado por los vientos. Las palabras claves son comodidad y simpleza.
De ahí que no comprenda mucho la funcionalidad de las nuevas tendencias en ropas de baño y bikinis. ¿Se han dado cuenta de que las playas ahora están llenas de cuerpos exhibiéndose en bañadores impensables para un bronceado parejo y digno y que además parecen piezas de alta costura? De hecho, he dedicado toda una columna hace algunas semanas a los cambios en las propuestas de líneas de baño. ¿Bustier con bobos para tomar el sol? ¿Flecos y cortes asimétricos? ¿Tirantes con cuatro o cinco tiras? Estos son apenas algunos ejemplos de la complejidad y detalles de estos diseños.
La única respuesta que encuentro es que la prenda de baño ha cobrado el estatus de ‘fashion statement’: una forma de decir algo sobre quien la lleva. Lo que no me queda claro es por qué todas quieren decir que se pasean en un yate por Dubái.
A no ser que quieran quedar con bronceados imposibles para sus versiones de no bikini, la recomendación global es pensar en practicidad, comodidad y en modelos que no nos dejen marcadas con formas irregulares como círculos a cada lado de cintura y caderas. La playa es para relajarse, aunque el concepto se haya alejado del paseo y contacto con la naturaleza para transformarse en una pasarela de moda. De ahí también que los accesorios de playa cada vez cobren mayor protagonismo y que la demanda de los mismos haya crecido a un nivel de convertir el complemento (llámese gorro, bolso, pareo, toalla, el cooler más cool, lentes) en parte vital del look.
Bajémosle el tono a la pretensión, y volvamos a lo simple, como las tendencias de belleza que no pecan de opulencia –¿lentejuelas para la arena?- y que apelan a lo natural. Marc Jacobs presentó a sus modelos completamente libres de maquillaje, bravo. No es casualidad tampoco que la tendencia en peinados es respetar la naturalidad de cada una, y si el pelo es lacio, se lleva suelto con raya al medio o con colas sin sofisticación alguna.
Busquemos un look relajado para la arena, el sol y la brisa marina. Sobre básicos para la playa he escrito hasta el cansancio, pero hagamos una lista pequeña de nuevo: enterizo de algodón, ropa de baño cómoda y práctica (ahora Roxy, datazo, ha creado pantalones estilo leggin de lycra para el mar y para las que corren olas son ideales para el pudor), protección contra el sol, gorro y lentes, y una sonrisa deliciosa por poder sacarnos de encima tanta pretensión: en el mar la vida es más sabrosa sí, pero depende de nosotras disfrutarlo sin tantas exigencias estéticas.