Había mucha expectativa en los aficionados peruanos por el “primer campeonato mundial de futbol”, que se realizaría en julio de 1930 en Montevideo, Uruguay. La Fédération Internationale de Football Association (FIFA) estableció en su reglamento el nombre oficial del evento como “Copa Mundial”, así como un periodo de cuatro años para el inicio del siguiente mundial. El trofeo al campeón era nombrado como el “objeto de arte”.
Las asociaciones nacionales se inscribían en la FIFA tras un pago de 200 dólares americanos de la época. Se indicó además que cada partido duraría una hora y media, con un descanso luego de los primeros 45 min. Ya en este primer mundial se asumía el juego complementario de 15 min. (dos tiempos de 7 y medio minutos cada uno). No se establecieron los penales como opción definitoria.
El primer caso: Uruguay 1930
Y entonces llegó el sorteo o, corregimos, la “programación” de los encuentros futbolísticos en Uruguay. En el artículo 11 del reglamento FIFA se indicaba que “el orden y la fecha de los partidos serán determinados por la Comisión Organizadora, pudiendo esta introducir las modificaciones que fueran impuestas por el interés del campeonato”.
Los cables noticiosos provenientes de Uruguay cuentan la historia de una queja peruana y chilena ante el presidente de la FIFA, el mítico Jules Rimet, quien presidía la organización desde 1921 (lo hizo hasta 1954, es decir, durante 33 años).
El delegado peruano, el señor Guzmán, protestó junto con el delegado chileno por no consultarse a los representantes nacionales para establecer las series (grupos) y la programación de los partidos. Se entiende, por ello, que la FIFA quiso, en un principio, obviar la participación de las trece delegaciones invitadas y decidir por sí misma el destino de cada equipo en el fixture final.
Menos mal que Rimet, con sumo tino, rectificó el asunto y aceptó el pedido de los dirigentes sudamericanos. En la tarde del miércoles 9 de julio se estableció no un sorteo necesariamente, sino una justa coordinación y aprobación de todos los delegados, “para fijar las series y el orden en que se jugarán los partidos”. De esta manera, Perú quedó listo para jugar contra Rumania, primero, y luego con Uruguay.
La Copa Mundial se iniciaría el domingo 13 de julio, con el partido de México vs Francia y Bélgica vs Estados Unidos. Uruguay no jugó el partido inaugural. Fueron quince encuentros en esa primera ronda. Quedaron así: la “primera serie” conformada por Argentina, Chile, Francia y México, la única de cuatro miembros; la “segunda serie”, Uruguay, Rumania y Perú; la “tercera serie”, Brasil, Yugoslavia y Bolivia; y, la “cuarta serie”, con Estados Unidos, Paraguay y Bélgica.
Perú perdió los dos partidos de su grupo, tras dar dura lucha -el lunes 14- al equipo rumano (1-3), una selección fuerte, con una defensa recia y “unos delanteros ligeros y habilidosos”; y -el viernes 18- a la escuadra uruguaya (0-1), un brillante equipo de “maestros”, según El Comercio del jueves 10. La primera Copa Mundial acabó el 27 de julio, con Uruguay como campeón. La mayoría de los partidos se jugaron en el recién inaugurado Estadio Centenario de Montevideo.
El segundo caso: México 1970
Debimos esperar 40 años -cuatro años más de lo que esperamos hoy- para volver a una cita mundial de fútbol. En esa ocasión, luego de una serie clasificatoria que terminó con la eliminación de Argentina en ‘La Bombonera’ en 1969, Perú debió esperar hasta el sábado 10 de enero de 1970, para saber con los que lucharía la clasificación a la siguiente ronda del mundial azteca.
En la Ciudad de México, la tarde se tornó “tensa y nerviosa”, informó El Comercio el domingo 11. Catorce equipos clasificados, más el campeón vigente Inglaterra y el anfitrión México, esperaban su destino. El sorteo terminó en 20 minutos, con bolillas que una hermosa muchacha -hija del presidente del comité organizador, Guillermo Cañedo- extrajo de una copa de oro.
El sorteo se transmitió en vivo y en directo a unas tres millones de personas, en tres continentes. La agencias dieron la noticia ese mismo día: Inglaterra, como cabeza, y Brasil, el favorito de todos, iban a chocar en la misma serie (Grupo Tres). En Guadalajara, este grupo se completó con Checoslovaquia y Rumania.
México, el entusiasta anfitrión, jugaría en el Grupo Uno, al lado del cabeza Unión Soviética, Bélgica y El Salvador. Mientras, el Grupo Dos, con Italia como líder, reunió a Uruguay, Suecia e Israel. El Grupo Cuatro, finalmente, lo integrarían el cabeza Alemania Federal, junto con Bulgaria, Perú y Marruecos. Era la primera vez que un equipo africano participaba directamente en un mundial de fútbol.
El tercer caso: Argentina 1978
El sábado 14 de enero de 1978 se hizo el sorteo en el Centro Cultural General San Martín, de Buenos Aires, Argentina. Fue la tercera Copa Mundial en que flameaba la bandera bicolor del Perú. Cuatro grupos de cuatro equipos, 16 en total, lucharían por el título mundial.
El evento que decidiría la suerte de cada equipo tuvo sus anécdotas. La más recordada fue el regalo que recibió cada director técnico nacional de manos de unos niños vestidos como futbolistas. El regalo consistió en una canasta con tres pelotas de fútbol: una completamente blanca total, otra el balón Telstar, con la que se jugó los mundiales del 70 y 74 (blanca y negra combinadas) y la nueva pelota: Tango.
Los bolillos durante el sorteo los sacó el nieto del presidente de la FIFA, João Havelange. Perú quedó en el Grupo Cuatro, con Holanda, Escocia e Irán (esta última, una verdadera incógnita por su calidad de debutante). Si antes, en 1970, nuestros rivales fueron dos europeos y un africano; en 1978 nos tocaría dos europeos nuevamente y un asiático.
Curiosamente, los resultados entre ambos mundiales fueron parecidos, al menos en esa primera fase, con dos victorias y un empate. El sorteo mundialista indicó que nuestro primer partido, el 3 de junio, sería con Escocia, clave por la aparente paridad de fuerzas (pero los superamos por 3-1).
Completaron las series, el Grupo Uno, con la anfitriona Argentina, Italia, Francia y Hungría; el Grupo Dos, que lo integraron Alemania Federal, Polonia, México y Túnez; y el Grupo Tres, con la tricampeón Brasil, España, Suecia y Austria.
El cuarto caso: España 1982
El cuarto mundial en que participó Perú fue el de la Madre Patria, España. El sorteo en Madrid se realizó el sábado 16 de enero de 1982. Desde esa ciudad, el periodista de El Comercio Alfonso ‘Pocho’ Rospigliosi informó que la selección peruana estaría en el Grupo Uno, acompañando al cabeza de serie Italia, además de Polonia y Camerún.
Perú había clasificado con un empate en el Estadio Nacional con la selección uruguaya, a la que eliminó, en una tarde histórica por la despedida del gran capitán Héctor Chumpitaz. El sorteo determinó que la copa mundialista empezaría el 13 de junio.
El escenario ideal para el evento fue el Palacio de Congresos y Exposiciones. El interés mediático de este primer mundial de la década de 1980 fue inmenso, extraordinario, transmitiéndose en directo por más 60 cadenas de televisión.
La suerte determinó que Perú se estrenara en el mundial español en el estadio de La Coruña, un 15 de junio justamente con el equipo desconocido, sin antecedentes que era Camerún. El resultado final: un empate a cero goles.
El segundo partido, el 18 de junio, en Vigo, nos tocó el cabeza de serie Italia, bicampeona mundial y ya antes del sorteo vista como uno de los equipos favoritos para ganarlo todo (así ocurrió). Cuatro días después, el 22 de ese mes, Perú debía cerrar su participación con la dura Polonia, otra vez en La Coruña.
El Grupo Dos estaba formado por Alemania, Argelia, Chile y Austria; el Grupo Tres tenía a Argentina, Bélgica, Hungría y El Salvador; en tanto en el Grupo Cuatro disputarían la clasificación las selecciones de Inglaterra, Francia, Checoslovaquia y Kuwait.
El anfitrión España lideró el Grupo Cinco, donde recalaron Irlanda del Norte, Yugoslavia y Honduras. En el Grupo 6 figuró el gran Brasil de Zico y Sócrates, que enfrentarían a Unión Soviética, Escocia y Nueva Zelanda.
‘Pocho’ terminó su nota informativa con una mención de las victorias de Perú en los dos mundiales anteriores, el de México 70 y Argentina 78. En esos escenarios, en las primeras fases, Perú ganó o empató. No perdió. Se preguntaba ‘Pocho’ si en ese mundial español frente a Italia, Polonia y Camerún también ocurriría lo mismo.
Todo dependerá, decía el viejo periodista, de una “tarde de inspiración”, porque Perú “hace cualquier cosa” cuando anda inspirado. Bueno, con Polonia no hubo nada de eso.