“Es la historia de La Cenicienta”, expresó en una ocasión el conocido promotor de boxeo estadounidense Bod Arum. Y no es para menos, la vida de Emmanuel Dapidran Pacquiao, más conocido como “Manny Pacquiao” o ‘Pac-man’, está llena de sacrificios y luchas constantes con la finalidad de sobrevivir día a día.
Manny nació el 17 de diciembre de 1978 en Kimbawe, Filipinas, un país ubicado al sudeste asiático, donde los niveles de pobreza son del 21,6%. Debido a ello, la niñez del pequeño Pacquiao estuvo marcada por la pobreza y la búsqueda diaria por sobrevivir. Sin embargo, una noche, cuando él aún tenía 12 años, sucedió un hecho que lo marcaría para siempre. Un amigo de su padre mató al perro que tenían como mascota delante del pequeño, pero esto no sería lo más traumático para ‘Pac-man’, sino que lo peor vino cuando su padre se comió a la mascota de la casa. “Manny escapó de su casa luego que su padre se comiera a su perro”, comento Freddie Roach, su entrenador desde 2001 en una entrevista.
Esto motivó que el filipino se fuera de su casa rumbo a Manila para vivir en las calles, durmiendo en cartones y vendiendo donas para poder sobrevivir. Lo que obligaría al pequeño ‘Manny’ a enfundarse unos precarios y deshilachados guantes por necesidad.
Luego de abrirse paso a todo esto y con 14 años de edad, se convertiría en boxeador profesional, llegando a ser conocido en su país. En 2001, viajó a Estados Unidos para comenzar a buscar peleas, tocando puertas como cuando recién se iniciaba en ese deporte. Es ahí donde conocería a Roach, con quien formaría uno de los equipos más fuertes del boxeo.
El resto es historia. Manny Pacquiao, es el único pugilista del boxeo que ha ganado el campeonato del mundo en ocho categorías diferentes- peso mosca, supermosca, pluma, superpluma, ligero, superligero, welter y superwelter-, el hombre que será recordado por protagonizar - junto con Floyd Mayweather- la pelea más cara de la historia del boxeo y el atleta más importante de su país.
Pero ‘Pac-man’ es considerado algo más que un héroe en su país natal, al punto que en sus fiestas de cumpleaños participan las personas más importantes de Filipinas. Tan influyente es que el presidente de su país se acerca a saludar al ídolo máximo de la historia. “Es un ícono porque representa la esperanza de mucha gente”, explica Roach. Que enaltece al filipino al punto de decir que “cuando él (Pacquiao) pelea, no hay crímenes y delitos en Filipinas, porque todo el mundo está mirándolo pelear”. La leyenda que paraliza a Filipinas.
Sin embargo, ‘Manny’ es mucho más que eso, ya que en 2010 fue diputado por la provincia de Sarangani en su país y desde 2016 forma parte del Senado del mismo, gracias al apoyo de 15,5 millones de electores. “Quiero prestar servicio desde el corazón, prestar servicio a los pobres, prestar servicio libre de corrupción”, expresó Pacquiao durante su campaña electoral.
Manny Pacquiao refleja la esperanza y la chispa del boxeo. Es por ello y por sus épicas peleas que probablemente sea considerado como uno de los más grandes púgiles de todos los tiempos. La historia de un niño que se hizo hombre dándole golpes a la vida, de un hombre que se volvió leyenda con la única esperanza de sobrevivir.