Huancavelica en su 438 aniversario
Texto y fotos: Marco Gamarra Galindo
Corresponsal escolar asignado
El Comercio
Son más de cuatro siglos los que la conocida “Ciudad del Mercurio”, ha mantenido su pasado inca y colonial: lleno de misterio y encanto; entre el frío intenso de los andes y el calor de su gente. Su interesante historia y ancestral gastronomía engalan a nuestro país. Recordando los hechos fascinantes de nuestra nación, recorreremos los acontecimientos de la reconocida “Villa Rica de Oropesa” por su 438 aniversario de fundación española.Como en la mayoría de ciudades andinas del Perú, Huancavelica tuvo sus primeros pobladores en nómadas que para sobrevivir cazaban con instrumentos líticos, evidencias claras se hallan en las cuevas de Pacococha y Orcococha, en la provincia de Castrovirreyna. Con el paso del tiempo y con conocimientos en agricultura y domesticación, los Chancas e Incas heredan al territorio huancavelicano una serie de manifestaciones culturales, desde tradiciones que se mantienen en la vida cotidiana de sus habitantes hasta grandes complejos arquitectónicos que nos enseñan la búsqueda de perfección.
En pleno dominio español y ya fundado el Virreinato del Perú, corrió el rumor de la existencia de una mina de mercurio en Huancavelica que fue descrita y difundida a los reyes de España mediante esta carta escrita en 1764 por el fiscal de la Real Audiencia de Lima:
“La mina de Huancavelica, no produce plata, ni oro; pero produce el azogue, un ingrediente tan necesario, para el beneficio de todas las minas de oro, y plata del Reino. Es la única que se trabaja en este metal, y es propia, y perteneciente a Vuestra Majestad. Provee al Perú, y ha proveído a México, a donde en muchas ocasiones se han remitido cantidades crecidas de Azogue”.
A pesar que esta carta fue escrita casi dos siglos después del descubrimiento de la mina Santa Bárbara, muestra el gran aporte que dio a la corona durante el virreinato en la extracción del oro y plata dado al mercurio hallado en la mina. Actualmente, se puede ver el socavón Belén que está cerrado por medidas de seguridad, se dice que dentro de ella, se encuentra una ciudad subterránea. Santa Bárbara es un único lugar en el país. Sin duda, este es un paraje interesante para todos los turistas en general que la visitan durante festividades pasando por Sacsamarca y no es para menos ya que fue la tercera mina más importante del mundo en su momento.
Familiarmente existe un vínculo muy cercano a Huancavelica. Mi abuelo, Nicolás Galindo Prado, nació y vivió su infancia (primeras décadas del siglo XX) en la ciudad minera de Santa Bárbara. Nos cuenta él que durante su infancia se encargaba de la detonación en la mina. Su vida fue dura admite pero con el pasar de los años, logró a base de esmero y aptitud, venir a Lima voluntariamente por la leva y ocupar con el tiempo un cargo de coronel en la guardia republicana.
Relata que en Santa Bárbara, la mayoría de las mujeres eran viudas ya que sus esposos padecían en la mina debido a los gases perjudiciales que los mineros absorbían. En el siglo XXI, la ciudad está totalmente abandonada aunque durante feriados y fiestas cientos de turistas la visitan. Les aseguro que es una zona tranquila.
El Reino de España empezó a explotarla oficialmente desde 1563 y el virrey Toledo al observar que los pueblos de la zona se enriquecían debido la minería, decidió fundar la ciudad de Huancavelica el 4 de agosto de 1572 bajo el título de “Villa Rica de Oropesa”, nombre que se refería al “boom” económico que atravesaba el mineraje en la zona.
De la colonia, han quedado varios vestigios. La catedral de San Antonio de Huancavelica, ubicada en la Plaza de Armas pertenece a los siglos XVI y XVII, de estilo barroco está construido con un frontón de piedra roja. En cuanto a las iglesias, se dice mucho acerca de San Francisco. Según las tradiciones de Ricardo Palma, un padre franciscano se ahorcó en una de las celdas del convento y por las noches misteriosamente toca las campanas de la iglesia. En otro punto de la historia, sirvió como cuartel general del ejército comandado por Andrés Avelino Cáceres. Recordemos que la misma Santa Bárbara se mantiene intacta y se llega inclusive tomando un taxi.
Aparte de las iglesias, sus casas con bellos balcones inspiran a cualquiera que ose verlas. Su gastronomía también deleita. La conocida carne de Paco, la cual pude probar en uno de mis viajes, me encantó. El paco es un animal que resulta del cruce de llama y alpaca. Se caracteriza por tener poca grasa y por ser muy beneficioso en proteínas. Además de ser recomendable para aquellas mujeres que recién acaban de dar a luz. También resalta la pachamanca, el carnero al palo, el Patachi, el Puchero, entre otros.
Huancavelica como capital y departamento tiene mucho que mostrar. Si se animó a visitarla, no lo dude. Existen varios hoteles y restaurantes de muy reconocida categoría que estarán halagos de su visita. No se olvide de llevar ropa que lo mantenga abrigado. Este martes, Huancavelica celebrará su 438 aniversario y por el bien de su gente, ha elegido celebrarlo de una manera más discreta suspendiendo sus actividades.