El camino antes de lanzarse al mar Mediterráneo
Abdoow Sef, yemení a bordo del Dignity I, cuenta su largo viaje hasta las puertas de Europa.
“Cuando empezó la guerra, todo terminó”, dice Abdoow Sef, que dejó su país hace casi un año. Tiene 23 años y estaba estudiando en Sana’a cuando estalló la guerra. “La gente no tiene comida, agua, nada. No hay ningún lugar donde ir en Yemen”.
Abdoow Sef relata todo esto a bordo del Dignity I, barco de búsqueda y rescate de Médicos Sin Fronteras (MSF) en el Mediterráneo. Tuvo que recorrer un largo camino desde su Yemen natal para estar ahora a las puertas de Europa.
En Febrero de 2014 dejó su país con su madre y sus hermanas para mudarse a Somalia, donde escuchó a varias personas hablando sobre cruzar hacia Europa. Aunque su madre no quería que fuera, después de convencerla, se lanzó al camino para llegar al viejo continente. Siete meses más tarde, después de cruzar Somalia, Etiopía y Sudán, llegó a Libia.
“En Libia fue todo muy duro, aún peor que en la guerra”, explica. Cuando llegó, los traficantes lo encerraron en una casa en Tripoli con otras 150 personas. Después de un tiempo que ni siquiera puede recordar cuánto fue, los llevaron hacia el mar.
“Nos dijeron que en 15 horas llegaríamos a Italia”, pero cinco días después de haber dejado las costas libias en el bote inflable que los traficantes les dieron, seguían a la deriva en el bote. “El motor se paró, no sabíamos dónde estábamos. Pensé que íbamos a morir”. Finalmente fueron rescatados con 103 personas más, la mayoría provenientes de Eritrea y Somalia. El 9 de Julio llegaron sanos y salvos a Trapani, Sicilia. Médicos Sin Fronteras (MSF) los transportó a las costas italianas.
Pero el viaje de Abdoow no terminó. Su sueño es llegar a Suecia, donde tiene familia, convertirse en periodista y ayudar a su madre y hermanas a dejar Somalia.