La novillada de ayer en Acho: torear es algo mucho más complejo que solo pegar lances y pases
Ayer se inauguró la Feria del Señor de los Milagros
Los novillos no fueron fáciles ● Los tres novilleros le pusieron ganas pero no entendieron los terrenos y la lidia que pedían los astados.
PABLO J. GÓMEZ DEBARBIERI
Cada toro tiene su lidia; los bravos, los mansos y los complicados. Ese principio, que rige la tauromaquia, tuvo más vigencia que nunca ayer en Acho, en la novillada con la que se inauguró la septuagésima segunda edición de la Feria del Señor de los Milagros. La venerable plaza, que en pocas semanas cumplirá 252 años, ha visto pasar por su ruedo todo tipo de ganado. Los que no estaban preparados para entenderlo fueron los tres novilleros que hicieron el paseíllo.
−Los novillos−
Se lidiaron seis ejemplares de La Centinela, de Hernán Velarde y Gabriel Tizón. Se les veía bien en el campo, pero el enorme y muy amplio ruedo de Acho empequeñeció a los tres primeros, que se percibieron terciados y con poca presencia; los tres últimos tuvieron más cuajo. Los cornúpetas se ven de manera distinta en el campo, en los corrales y en el ruedo. Otra verdad que ayer se comprobó de forma evidente y que muchas veces engaña a los ganaderos.
Todos mansearon, no fueron fáciles y tuvieron querencia hacia tablas; aunque el quinto pareció dar mejor juego en los medios, tras dos series de muleta, recortó su recorrido. Aquel quinto hizo la única pelea aceptable en el caballo y tumbó al equino, pero lo hizo con la cara arriba.
Los seis pedían novilleros enterados que se percataran de aquello y que los lidiaran en los terrenos adecuados, facilitándoles embestir donde los astados pedían: del tercio para adentro, hacia tablas. Lo de La Centinela viene −en gran medida− de lo de Huagrahuasi, del ganadero ecuatoriano José Luis Cobo; muchos de ellos buscan tablas y allí desarrollan pelea, siempre que se les toree hacia adentro.
−Ángel Sánchez−
El español, de rosa y oro, está placeado, pero acostumbrado a reses con más raza, no entendió al toro sudamericano; menos aún a estos, con querencia tan marcada hacia tablas. Lidió a los dos suyos y al quinto, por la cogida del mexicano.
Insistió en torear en los medios y, como ya hemos dicho, aquel no era el terreno adecuado. Cuajó algunos buenos muletazos aislados y se le aplaudió en el quinto, el mejor de la tarde. Mató mal.
−Román Martínez−
El mexicano, de tabaco y oro, es valiente, pero indocumentado. Con ganas, pero sin conocimiento de los terrenos ni de la lidia que pide cada astado, es difícil llegar a ser torero.
Estuvo a merced del segundo. Al quinto le hizo –inopinadamente− un quite por zapopinas; lo cogió de mala manera y quedó inconsciente.
−Carlos Cabello−
El peruano toreó con clase, el año pasado, en el festival del 1 de noviembre en Chota, pero está verde. La novillada requería toreros capaces de pensar en la cara del astado, con lo difícil que es eso. Cabello, que ya tiene 24 años, está poco placeado; ayer, eso fue evidente.
El tercero lo tuvo a su merced y se salvó, de milagro, de una cornada; lo volteó dos veces; la primera casi lo deja inconsciente y la segunda le dañó los ligamentos de la rodilla.
Tuvo el mérito de salir, herido, a lidiar al sexto, pero no pudo con él; erradamente insistió en torearlo en los medios; le dio algunos pases aislados, pero no toreó al novillo.
Con novilleros tan desorientados, los subalternos tuvieron que llevar la lidia. Destacaron Dennis Castillo, David Zorrilla, Ronald Sánchez y Alan Quispe.
Las novilladas, festejos con entradas más baratas, deberían crear afición, pero para ello es necesario contar con diestros más enterados.
RESUMEN EN VIDEO DE LA NOVILLADA
https://youtu.be/bzjJeQ9Pbrg
Video: marzaca1