Lennon en la eternidad
La noche del 8 de diciembre de 1980, esa fuerza sobrenatural que suele conducir el destino de los dioses populares quiso congelar en la mente del mundo la imagen que hoy todos atesoramos de John Lennon. La insania de Mark Chapman activó el gatillo para desatar un tiroteo sobre el astro de los Beatles y dejarlo tendido a la entrada del edificio Dakota en Nueva York. Han transcurrido tres décadas de aquella noche y los disparos aún parecen retumbar en todo Manhattan. Para quienes vivieron esa época, la elevación de John hacia la inmortalidad no ha sido remedio para aplacar la desolación, pues se había ido uno de los últimos guerreros que usando su voz se habían levantado contra el ´establishment´.
Aunque a sus 40 años John Winston Lennon había alcanzado la gloria junto a los Beatles y estaba desarrollando una ascendente carrera como solista, su trágica muerte solo fue el episodio final de una existencia infructuosa que empezó en Liverpool un 9 de octubre de 1940 con la unión de un marinero mercante, casi siempre alejado del hogar, llamado Alfred Lennon, y Julia Stanley, de quien se dice que era asidua a los pubs frecuentados por soldados, donde demostraba su debilidad por la bebida.
Ante la conducta de sus progenitores, el pequeño John fue puesto bajo la tutela de sus tíos George y Mary Smith a los 2 años. La esporádica presencia de su madre le sirvió para desarrollar una sensibilidad musical que lo llevó a tomar clases de guitarra, así como a formar su primer grupo a los 17 años llamado The Quarrymen.
Camino a la fama
En 1957, Lennon conocería a los que más adelante serían sus compañeros en Los Beatles. Primero un adolescente de 15 años llamado Paul McCartney se uniría a su banda, para ser seguido por George Harrison.
Así como la segunda década de 1950 fue el periodo en el que Lennon empezaría un eterno romance con la música, también fue un momento en el que la tragedia volvió a azotar su vida. El 15 de julio de 1958 su madre, Julia, murió en un accidente de tránsito.
Los años 60 llegan a la vida del músico con una estampida de emociones tanto en el ámbito personal como en el musical. Luego de varios años de tocadas en la zona roja de Hamburgo, Los Beatles deciden regresar a Liverpool, donde empiezan a ganar tantos adeptos que llaman la atención de Brian Epstein quien se convierte en su mánager.
En 1961 forman parte de la cartelera del mítico club Cavern. Luego de 300 presentaciones en el club y con varios sencillos ocupando los primeros lugares de popularidad en el Reino Unido, el grupo se despidió de este escenario para conquistar los Estados Unidos en 1964.
Junto a Los Beatles, Lennon alcanzó tal plenitud artística y mediática que fueron sus propias palabras las que definieron esta etapa al decir que eran más populares que Jesús. Y aunque estas declaraciones le valieron varias amenazas de muerte, sus ímpetus estaban justificados por el éxito en critica y venta de álbumes como “Rubber Soul”, “Revolver” y el célebre “Sgt Pepper’s Lonely Hearts Club Band”, lanzado en 1967.
Cambios radicales
La segunda mitad de la década de 1960 llegó con cambios radicales en su vida personal. John se separa de Cynthia, su primera esposa y madre de su primogénito Julian. En 1969 se casa con Yoko Ono, quien sería su compañera en distintas protestas contra el sistema, como su famosa serie “Beds in”, donde ambos aparecen en la cama como un mensaje de paz y amor.
Algunos dicen que conforme la pareja se unía, la relación de Lennon con los Beatles se enfriaba, hasta anunciar su retiro de la banda el 20 de setiembre de 1969.
Su alejamiento de Los Beatles no significó su divorcio con la música. El lanzamiento del disco “Unfinished Music” y del sencillo “Imagine” en 1971 lo vuelven a colocar en la cresta de la ola. El 9 de octubre de 1975, nació su segundo hijo, Sean Tara Ono Lennon.
A treinta años de su desaparición, los hijos de Lennon y Yoko, quien heredó todo el legado musical y comercial del artista, han desarrollado diversas actividades para mantener vigente la imagen del ex Beatle.
Hace unas semanas Julian Lennon lanzó un libro con una colección de objetos personales de su padre llamado “Beatles Memorabilia – The Julian Lennon Collection”. Está claro entonces que la tragedia del 8 de diciembre de 1980 no pudo acabar con el genial compositor y cantante.
(Dick Cáceres Navarro)
Fotos: Agencia AP