Los 50 años de la ‘crisis de los misiles’
La de 1962 fue una de las crisis mundiales más recordadas porque la humanidad estuvo a punto de comenzar una desastrosa y apocalíptica Tercera Guerra Mundial. El temor de Estados Unidos de que haya misiles nucleares en Cuba sembrados por la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) puso en jaque al planeta entero. Hace exactamente cinco décadas.
El 22 de octubre de 1962, el presidente de los Estados Unidos, John Fitzgerald Kennedy (1917-1963), ordenó un bloqueo que hasta el día de hoy da qué hablar. Fue durante la llamada ‘Guerra fría’ y en un clima de tensión entre los Estados Unidos y la URSS.
Ese día el presidente norteamericano ordenó bloquear Cuba, al enterarse de que en la isla caribeña la entonces URSS había colocado misiles nucleares que amenazaban directamente a la primera potencia del mundo.
Un día antes de que se dé inicio a la llamada ‘crisis los misiles’ o ‘crisis de octubre’, como se le conoce en Cuba, el presidente estadounidense ya daba indicios de que algo fuera de lo común estaba sucediendo. Kennedy se encontraba en Chicago, en una gira política, cuando decidió regresar a Washington.
Los comunicados oficiales anunciaban que el mandatario americano había realizado este viaje debido a un fuerte resfriado que le impedía realizar sus deberes con normalidad; sin embargo, la prensa ya especulaba acerca de que Estados Unidos estaría a punto de tomar una seria decisión con respecto a la crisis cubana.
Poco después, Kennedy y su esposa asistirían a misa, en la Iglesia de San Sebastián en Washington, y serían aplaudidos por una multitud al salir del recinto. Kennedy se veía muy sonriente y bastante recuperado de su resfriado.
Ese lunes 22 de octubre, el presidente reveló el verdadero motivo de su regreso a Washington, y este poco tenía que ver con su salud; más bien se relacionaba con un tema de seguridad nacional.
Y entonces anunció en televisión nacional lo siguiente: “Este gobierno, según lo prometido, ha mantenido la más estrecha vigilancia del fortalecimiento militar soviético de la isla de Cuba. En el transcurso de la semana última, evidencia inequívoca ha establecido el hecho de que ahora está en preparación en esa isla cautiva una serie de bases para proyectiles ofensivos”.
Y continuaba: “El propósito de estas bases no puede ser otro que suministrar una capacidad de ataque nuclear contra el hemisferio occidental”. De inmediato se dio la orden de iniciar el bloqueo a Cuba.
Las investigaciones llevaron a determinar el descubrimiento de bases que contenían misiles balísticos de alcance medio que tenían la capacidad de llevar una carga nuclear a una distancia de más de mil millas náuticas; es decir, estos proyectiles tenían la capacidad para realizar un ataque a Washington.
Además existían emplazamientos adicionales inconclusos que, en apariencia, estarían diseñados para proyectiles de alcance intermedio capaces de atacar blancos del doble de distancias, siendo posible que dichos misiles alcanzaran a cualquier ciudad del hemisferio occidental, lo cual -según medios de prensa- incluida la ciudad de Lima.
Una de las primeras medidas tomadas por el gobierno de Kennedy fue revisar todos los barcos que tuvieran como destino Cuba. En caso de resistencia a dicha revisión, las naves serían hundidas. También se ordenó al Comando Estratégico del Aire y otras fuerzas militares estar en alerta y vigilancia en todo el mundo. Al mismo tiempo, el entonces presidente norteamericano descartó el inicio de una guerra mundial.
La alerta también fue generalizada en Cuba, donde se realizaron desplazamientos militares alrededor del territorio. Sin embargo, las primeras declaraciones no oficiales de funcionarios cubanos descartaban que el armamento enviado a su país tuviera un carácter ofensivo, y negaban también la existencia de bases de proyectiles en la isla.
Al día siguiente del anuncio del bloqueo, el 23 de octubre, la Organización de Estados Americanos (OEA) respaldó unánimemente los esfuerzos de Estados Unidos por su intención de eliminar los proyectiles soviéticos en Cuba.
De esta manera, las repúblicas latinoamericanas brindaron su apoyo a la decisión del gobierno de Kennedy y exigieron el desmantelamiento de las bases militares y ofensivas en la isla caribeña.
El mundo vivió horas de máximo tensión. Pero, afortunadamente, lo peor no ocurrió. Y el mundo siguió en ‘Guerra fría’ por 25 años más.
(José Rojas)
Fotos: Agencias