La mejor de R.E.M.
En el doble en directo titulado “Live at the Olympia” la banda integrada por Michael Stipe, Peter Buck y Mike Mills repasa los temas de su última producción en estudio (el excelente e intenso “Accelerate”) además de rescatar el valioso repertorio de sus primeros álbumes: “Murmur”, “Reckoning” y “Fables of The Reconstruction”.
Al escuchar temas como “So. Central Rain”, Sitting Still”, “Pretty Persuasion” y “Gardening at Night” a uno le queda claro que R.E.M. siempre fue mucho más grande que la canción que los volvió superestrellas a comienzos de los años 90.
Aprovecho el lanzamiento de este disco para hacer una breve lista de mis temas preferidos de R.E.M. e invitar a los lectores a hacer la suya, por supuesto. No haberlos visto en el Nacional por culpa de un viaje impostergable es algo que aún no me puedo perdonar.“Radio Free Europe” (“Murmur”, 1984)
El medio oeste procesando las lecciones del post punk. Una sección rítmica imperturbable, un piano acústico resonando al fondo de la mezcla y una guitarra que sugiere tanto a The Byrds como a The Velvet Underground. Nadie entendía lo que Michael Stipe murmuraba, pero a todos nos sonaba como algo tremendamente posible y familiar. Robert Plant, sacúdete en tu cripta.
“Sitting Still” (“Murmur”, 1984)
Los aires de The Byrds soplan más fuertes que nunca en esta canción de “Murmur”. Pero como para equilibrar la nostalgia sesentera de las primeras dos estrofas, el puente y el coro de “Sitting Still” constituyen uno de los pasajes más enérgicos de toda la discografía de R.E.M. Una lección de composición que ningún músico debería dejar pasar.
“Don’t Go Back to Rockville” (“Reckoning”, 1984)
Como en la canción de Neil Young, el baterista se relaja y deja que unos aires country llenen el espacio entre las notas. El piano sube al primer plano junto con una acústica de doce cuerdas. La Rickenbaker de Peter Buck, procesada por lo que parece un Leslie, esparce los fills más dulces de los años ochenta. Mientras tanto, Michael Stipe nos advierte de los peligros de volver al pueblo del rock. Mejor hacerle caso.
“Nightswimming” (“Automatic for the People”, 1992)
Sobre una melodía de piano imposible de estropear, Michael Stipe nos lleva en un viaje melancólico donde la naturaleza es el único refugio posible para un estado de ánimo marcado por la pérdida. Una canción que me hace pensar de inmediato en mi hermano y en nuestro primer verano lejos de Jesús María.
“Electrolite” (“New Adventures in Hi-Fi”, 1996)
El tema que cierra el último gran disco de R.E.M. está lleno de imágenes que nos remiten al poder invencible del amor: “Tus ojos encienden agujeros en mí, soy gasolina y me quemo en libertad.” Héctor Lavoe dijo alguna vez que todo tenía su final, pero el optimismo de esta canción prueba que estaba equivocado. Para escuchar más de cien veces seguidas.