La poesía se va de parranda.
La tradición poética, vieja, tantas veces mal interpretada, sacada a la luz cuando no hay mejores velas para la penumbra, Antigua como una capital centroamericana, donde Azul empezó a teñir nuestras palabras nuevas con otro tinte.
De que la humanidad se mueve entre glamour de conquistadores y sangre de conquistados, de que los grandes cerros de hielo se deshielan con el roce del eco de un lejano jilguero, de que el río inevitablemente va al mar y que el amor, lo construye y lo destruye todo…. Eso lo que se acuña en palabras y se metaforiza hasta un acto de dolor o ficción desgarrada que nos permita la sutilidad de la existencia. En medio de crisis, hambrunas, violencia social o doméstica. Así nace nuestra Suramérica que no sólo habla español sino que proviene de lenguas esculpidas en las cuevas y se entremezcla con otras lenguas vivas bailarinas, desde Europa, Asia, o del norte del continente.
Así cada idiolecto suramericano es un lenguaje casi poético, así cada poeta acuña su verdad o su ficción de acuerdo a como el sol le alumbre.
En esa danza de complejidades, a veces sangrientas, crueles, a veces en complicidad con ángeles y seres más allá del cielo, nace este proceso comunicativo nuevo entre hermanos suramericanos, criticándonos, insultándonos, descubriéndonos y desvistiéndonos. En medio, la poética de la existencia nos invita a hacer un paréntesis y festejar nuestras formas verbales de celebración.
Así nacen dos festivales que son hijos propios y adoptados ya no de las personas que los crearon, si no de comunidades enteras, Chepén y Buenos Aires, ahora aparecen a su paso, también Lima, Trujillo y con la necesidad de expandirse como rugido, se fue armando de a poquitos desde hace siete años en la capital Argentina y desde hace tres en Chepén.
Este intercambio de creaciones poéticas entre peruanos y argentinos, vivos y muertos, inmortales y desenterrados, aprendices y maestros, hembras, machos, neutros, jóvenes y menos niños.
Al primer festival de Argentina llegó Rocío Silva Santisteban y leyó un poema a su hija Sol en la embajada peruana de Buenos Aires, al primer festival de Chepén llegó Carlos Aldazabal de Salta y miró nuestro cerro triste sin vida y se dió cuenta que ningún país suramericano pretende o debe imitar o envidiar a otro, cada uno tiene sus rocas, sus palabras, cada uno su cruz, su sal y sus almohadas.
Este 2012, año del Dragón chino sumamos 10 festivales, siete en Buenos Aires, gracias al ahinco increíble punche de Pepe Zapata y los tres de Chepén, donde, la Muni, Cae Moncada, Julia Wong y Juancho Castro Angelats, se sacan literalmente la última palabra, para decirle…., Bienvenidos a nuestra historia. Aquí hilados unos con otros, les invitamos al edición de Chepén Chepén 2012, donde nos acompañarán Reynaldo Jiménez, Alejandro Méndez de Argentina y de Lima van la Papa cósmica y Katia Adaui, Katya me ha pedido que aclare que ella no es poeta, que ella escribe ficción. Ir a Chepén a leer un texto, es la más alta poesía que a cualquier escritor se le pueda alguna vez ocurrir.
Bienvenidos todos del 5 al 8 de setiembre, en Chepén y Bienvenidos el 10 y 11 de Julio al festival de poesía peruano argentino en el centro Cultural de España y CC de la cooperación de Buenos Aires, donde nuestro invitado es el poeta peruano Pablo Salazar Calderón Galiani.
Será una fiesta.
Julia Wong
La Papa Cósmica es:
Tutti Tudela
Jose Ignacio Lopez Ramirez Gaston
Jose Carlos Botto Cayo