Las ecografías son más que una foto
Son muchos los bebes cuya primera foto se la tomaron aún sin haber nacido. Al salir de las consultas, ecografía en mano, sus madres suelen experimentar la felicidad de compartir la carita de su pequeño a la familia y amigos. Las mujeres embarazadas afianzan el vínculo afectivo luego de ver y conocer “cómo es” el bebe que llevan dentro mediante una imagen ecográfica. Pero más allá de la capacidad visual que otorgan las imágenes del feto, saben que su valor más importante radica en el poder de monitoreo de salud y prevención de enfermedades en el niño. Si quieres saber más sobre este tema, sigue leyendo esta interesante nota de Sofía Carrillo Barrera.
“El principal objetivo de la ecografía es controlar y promover una correcta evolución del feto, descartar la existencia de malformaciones y patologías, y evaluar sus flujos sanguíneos. Asimismo, conocer la morfología placentaria y su localización en el útero”, afirma a El Comercio el Dr. Julio Dueñas Chacón, director científico de la Clínica Oncogyn.
Este examen es no invasivo y del tipo operador-dependiente, en otras palabras, la información debe de ser interpretada correctamente, y esa responsabilidad recae en el especialista encargado de manejar el equipo de análisis ecográfico.
Es trascendental que estas pruebas se realicen en tiempos determinados del embarazo-cada tres meses-, pues rinden cuenta de los procesos específicos del desarrollo del feto. El primer examen, entre las semanas 11 y 13, sirve para valorar si se trata de una gestante en alto o en bajo riesgo de tener un feto con alteraciones cromosómicas.
Este estudio es solo una valoración, pues el diagnóstico real se realiza en el segundo trimestre con la ecografía morfológica o “screening” de anomalías fetales entre las semanas 22 y 24.
Tiene como finalidad el estudio holístico de la anatomía del feto para saber con certeza si tiene alguna anomalía cromosómica o estructural, y establecer las previsiones del caso. La última es la ecografía del tercer trimestre, entre las semanas 32 y 34, que se encarga exclusivamente de valorar el crecimiento fetal.
Estos tres exámenes son, por regla, los necesarios. Sin embargo, “si se encontrara alguna malformación, se procederá a realizar exámenes complementarios con técnicas que evalúen específicamente los problemas”, afirma el Dr. Hubertino Díaz, jefe del Servicio de Ecografía del Hospital Rebagliati y director del centro de Diagnóstico Por Imágenes (DPI) del Perú.
Los procedimientos pueden variar; por ejemplo, el Dr. Dueñas afirma que es mejor realizar una cita al mes, durante los primeros ocho meses; y una a la semana en el último mes para evaluar las funciones vitales de la madre.
Los intervalos de tiempo pueden variar; sin embargo, ambos médicos confirman la importancia del examen del segundo trimestre. En este período, el bebe está completamente formado y se puede saber con precisión cuál es su sexo. Además, se hacen los exámenes que determinan si nacerá con algún trastorno genético, como el síndrome de Down.
“Es un deber y un derecho para la familia saber cómo es su bebe antes de que nazca. Así tienen un tiempo de duelo, pero también de aceptación y preparación para recibir a sus niños”, reflexiona el Dr. Dueñas.
Todos estos exámenes se efectúan de manera óptima con ecografías en 2D. Este sistema bidimensional es suficiente para estudiar al bebe; sin embargo, la tecnología avanza a gran velocidad. Hoy en día, se dispone de las ecografías en 3D y 4D que complementan de manera óptima el chequeo del bebe,si presenta alguna complicación.
MIRADA AL PASADO
Antes de la era de las dimensiones
Allá por los años setentas, Ofelia se encontraba en su chequeo mensual de embarazo.
El doctor colocaba sobre su vientre un fonoscopio, de manera que podía escuchar los latidos del corazón de aquel bebe cuyo sexo era -y sería hasta el día de su nacimiento- una sorpresa.
Después, colocaba un centímetro de lado a lado de la barriga de Ofelia y determinaba el tamaño del bebe. Por último, la madre respondía algunas preguntas de rutina y ya estaba lista para ir a casa.
De acuerdo al Dr.Hubertino Díaz , en el Perú , recién entre los años 80 y 90 se dio una etapa de cambios.
Entonces quedaron en el pasado las técnicas elementales para dar paso a la nueva tecnología (2D, 3D, 4D), que ahora permite que la madre conozca el crecimiento de su hijo mucho antes de su nacimiento.
EN DETALLE
LAS ECOGRAFÍAS 3D. Son imágenes más nítidas y con volumen que permiten estudiar mejor las anomalías genéticas.
LAS ECOGRAFÍAS 4D. Es la imagen de mejor calidad y la más real que se puede obtener del feto, por lo que tiene también un valor didáctico y explicativo.
FACTOR PRECIO. Las ecografías prenatales, realizadas una vez cada tres meses, suponen un gasto sustancial para la familia. En algunos centros, esta técnica realizada en 4D podría costar al rededor de S/. 750; mientras que en 2D costaría un 50% menos, en promedio.