Cuando pensamos en renovar una casa, lo primero que queremos hacer es deshacernos de todas las partes dañadas y antiguas para tener un espacio más moderno. Pero a veces olvidamos el encanto de todas esas piezas que guardan recuerdos e historias, algo que el arquitecto Jim Olson del estudio Olson Kundig no quiso hacer en la cabaña Longbranch.
La cabaña fue construida en 1959 en el bosque de Longbranch en Washington. Desde entonces, el lugar ha sufrido cuatro remodelaciones en 1981, 1997, 2003 y 2014. Lo que hace este trabajo tan especial es que Olson y su equipo solo añadieron las nuevas ampliaciones a la estructura original, logrando una interesante cohesión de estilos.
Todas las “cajas” que conforman los espacios de la cabaña están bajo un techo alto con la madera como el material protagonista de la construcción. Los colores usados en la decoración buscan parecerse al entorno natural que la rodea, a lo que se suma la incorporación de ventanas altas para disfrutar de la hermosa vista.