1 / 5 Este tipo de cocina tiene una superficie de vidrio cerámico resistente al peso y a los golpes, y funciona mediante campos magnéticos que son generados por una corriente eléctrica. Para que la energía se transforme en calor, se requiere un conductor; por lo cual es recomendable utilizar ollas de material ferromagnético (acero o hierro). que nos ayuden a conseguir la cocción deseada.
2 / 5 Miguel Paz Soldán, jefe de Calidad de Indurama, aconseja que "antes de comenzar su uso, se verifique que el voltaje de la corriente sea el indicado por el fabricante. Por ser equipos que tienen componentes electrónicos, estos sufren con los cambios repentinos de tensión, y pueden dañar su configuración o la tarjeta de control".
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4 / 5 La limpieza en una cocina de vitrocerámica se puede realizar con un limpiador de vidrio con base de alcohol isopropílico; evita emplear limpiadores abrasivos o paños gruesos que puedan arañar el material.
5 / 5 Para retirar las manchas excesivas producidas por la acumulación de grasa, utiliza un paño suave o papel desengrasante.
Las cocinas de vitrocerámica, además de dar un toque elegante y moderno, son más fáciles de limpiar, a diferencia de las cocinas convencionales; sin embargo, son mucho más delicadas. Por ello, es necesario un buen mantenimiento para asegurar su buen funcionamiento.
Sigue los siguientes tips: no utilices ollas o recipientes de aluminio, cobre, vidrio o barro sobre una cocina de vitrocerámica, así evitarás que se raye. Usa las de acero. Asimismo, evita realizar trabajos de lavado o corte de alimentos alrededor del equipo, pues algún severo golpe en el tablero podría dañar la cocina. En cuanto al ahorro, una manera de economizar energía es apagar la cocina un poco antes de terminar la cocción, ya que su placa se mantiene caliente de 5 a 7 minutos.
Recorre esta fotogalería y entérate cómo mantener en buen estado tu cocina de vitrocerámica.