Según el Feng Shui, las plantas son verdaderos reservorios de energía y son capaces de equilibrar el Chí o energía positiva del hogar. Mediante la función clorofílica, estas atrapan los rayos del sol (energía Yang) y los convierten en alimento para sí mismas, irradiando esta energía Yang al entorno.
En cualquier inmueble cerrado, embellecen y refrescan el lugar, optimizan el flujo energético y ofrecen además soluciones prácticas para dividir espacios y crear rincones agradables.
Si tienes un jardín, el primer paso radica en determinar qué tipo de energías quieres que predominen. Si deseas, por ejemplo, promover la pasión, actividad y el movimiento, convierte tu jardín en una sinfonía de color, fragancias y estímulos visuales. Combina las flores y plantas de rojos y naranjas intensos y combínalas con las de tonos amarillos vibrantes.
Por el contrario, si lo que deseas es acentuar la espiritualidad y relajación, lo más recomendable es optar por plantas de tonalidades suaves.
Ana María Balarezo, especialista en Feng Shui, detalla qué plantas deberías incluir en tu decoración, especialmente por sus altas vibraciones positivas y benéficas y su capacidad de equilibrar el ambiente y hacerlo más positivo.