Cuídala. Evita el uso de las esponjas abrasivas de cocina (verdes o de metal), que rayan el acabado. Foto: Shutterstock.
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Redacción EC

Con los cuidados adecuados, la grifería de tu baño puede durar entre 15 y 20 años. Para tenerla siempre a punto, basta con utilizar ingredientes que tengas en casa, ya que “todos los limpiadores que contengan químicos (cloro y detergente) provocan daños al acabado”, explica Melissa de la Piedra, de Rivelsa.

Para limpiar una grifería que tengas pocos días de uso, Juan Araujo, de Vainsa, recomienda emplear vinagre o champú de bebé. El primero, se vierte en un vaso con agua y se añade una pizca de sal.

Luego, se aplica con un paño de algodón por todo el grifo, se deja reposar por dos minutos y se enjuaga con agua. La acidez de la sustancia permitirá eliminar los residuos minerales y el sarro. El champú de bebé, por su parte, debe mezclarse con agua y aplicarse de la misma manera.

Si han transcurrido casi cinco meses desde la instalación de la grifería, el limón es una buena alternativa por ser más fuerte. Rocía el jugo en las llaves y el caño, y retira el exceso con agua. Esta limpieza se realiza una vez al mes. En las casas de playa, debe ser aún más frecuente: al menos dos veces por semana. Al salir de tu vivienda por un tiempo, es recomendable que cubras toda la grifería con silicona en spray para auto. Se echa en un paño y se aplica. Así, garantizas que la humedad no dañe el producto.

Recuerda que es esencial secar la grifería con un paño después de su uso; de lo contrario, los minerales del agua la dañarán con el tiempo. Por otra parte, para limpiar su interior, la grifería debe desarmarse y hacerse un mantenimiento de los sistemas de cierre con el fin de retirar los restos de óxido o sarro. Esto debe ser realizado por un experto.

Fuente: Melissa de la Piedra, Rivelsa / Elvis Zavala, Marx.

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