Limpiar la casa es una actividad que preferimos evitar. Sin embargo, es importante para mantener su buen aspecto e impedir la aparición de bacterias que podrían contagiarnos de enfermedades.
A diferencia de lo que muchos piensan, limpiar por completo tu casa podría tomarte unos 20 minutos. Es solo cuestión de organización y de tener unos trucos bajo la manga:
- Lo primero que debes hacer es colocar todo en su lugar. Es más fácil si cada vez que usas un objeto, lo llevas a su sitio cuando hayas terminado. Así evitarás que se acumulen las cosas y que sea más trabajoso ordenar.
- Prioriza cuáles son los espacios que van a necesitar limpiarse antes, como el baño o la sala si sabes que tendrás visitas. Eso te ayudará a mantenerte organizado y enfocarte en una sola cosa a la vez.
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- Si derramas o manchas algo en casa, límpialo inmediatamente. No esperes que se seque porque te costará más trabajo retirarla después y hasta podrías dañar la superficie de manera permanente.
- Identifica los puntos de atención dentro de los espacios y límpialos antes que nada. Por ejemplo, la cama en el dormitorio, el sofá en la sala, la mesa en el comedor, etc. Retira el polvo, pon las cosas en su lugar y hacer la cama deben ser tus prioridades.
- Mientras esperas que un limpiador haga efecto o una máquina termine su ciclo de trabajo, aprovecha para ir limpiando a mano y ordenando otros espacios. Entre más pronto termines con todo, podrás descansar mucho antes.
- Desecha todo lo que sabes que no usarás en lugar de “guardarlo para cuando lo necesites”. Si aún no lo has utilizado, posiblemente nunca lo hagas y lo único que estás logrando es acumular espacio en casa.
- Cuando tengas todo limpio, esfuérzate por mantenerlo así el mayor tiempo posible.