Hace más de dos años que el mundo cambió a raíz del virus COVID-19, que según la página The Conversation, además, afectó de manera particular a los adolescentes y niños generando cambios de actitud y comportamiento. La ciudad peruana de Iquitos no fue la excepción.
Para comprender mejor esta alarmante situación se visitó la emergencia sanitaria del Hospital Regional de Loreto. Ahí se pudo conversar con la enfermera y madre de familia, Cinthia Katherine Pérez Serrantes, de dicho nosocomio.
Cinthia indicó que: “Sabemos que el ser humano es un ser sociable por excelencia, y el aislamiento repentino ocasiona cambios repentinos en un adolescente. (…)- La situación aún no se supera. Es preocupante, porque esto ha afectado a muchos. Tienen miedo de que sus familiares, conocidos o ellos mismos se contagien y hasta fallezcan. Esto les aflige mentalmente”.
PUEDES LEER: Deserción escolar: una radiografía al sistema educativo peruano [podcast]
Por su parte, la estudiante de cuarto de secundaria del colegio Nuestra Señora de la Salud, Audrey Marcela Egoavil Marín, dijo que, “el COVID-19 nos afectó no solo física, sino emocionalmente. Tuve miedo de perder a mis familiares. Esto me ocasionó ataques de ansiedad”. Sin embargo, precisó que realizar actividades como “dibujar y hacer ejercicios”, entre otras actividades los han mantenido ocupados sin estar pensando en los problemas que el COVID-19 trajo consigo.
Del mismo modo, el estudiante Solignac del Castillo Jorge Rodrigo, también de dicha institución de la selva peruana, precisó que, “al principio de la Pandemia tuve incomodidad por el uso de la mascarilla, luego me fui acostumbrando. En general sentí un cambio brusco en mi vida. Me afectó porque no podía salir con mis amigos a pasear a mi mascota, ir de compras, entre otras actividades que solía hacer sin problemas”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), emitió un comunicado donde expresó que, “la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social. No solamente repercute por un tema de afecciones o presencia de enfermedades”.
LEE TAMBIÉN: Huayopata tiene gente preocupada por el cuidado del medio ambiente
Se sabe que los problemas de salud mental toman tiempo en ser reparados, pero con un buen trabajo de educación emocional y generación de actividades que calen en dicho campo, los niños y adolescentes pueden resolver los problemas que pueden haber adquirido a raíz del aislamiento por la Pandemia.
Esto es lo que se viene impulsando en el colegio Nuestra Señora de la Salud de Iquitos, donde las actividades de pintura, música, físicas (deporte) y más se han reforzado para repercutir positivamente frente a los cambios emocionales que sus alumnos han presentado a consecuencia de la Pandemia.