La digitalización es una alternativa de trabajo de las PYMES para impulsar sus actividades empresariales e industriales, después de un año de crisis económica y escasa productividad causada por el Covid-19.
En este sentido, la digitalización es un proceso de avances tecnológicos que permite la flexibilidad al momento de hacer negocios y diversificar operaciones, tales como las administrativas, financieras, marketing, entre otros. Actualmente, las PYMES han incorporado este método digital para generar un mayor índice de competitividad en el mercado, haciendo que esta sea cada vez más factible para la empresa y atractiva para los consumidores.
Sin embargo, la conectividad y la infraestructura de telecomunicaciones que el Perú tiene es muy limitada haciendo que la adaptación de las PYMES a la digitalización sea mucho más compleja en zonas que son externas a la capital, aun así, con el pasar del tiempo la situación ha ido en constante mejora, haciendo que muchas empresas puedan sobrellevar esta adversidad y poder volver a ser competentes con las nuevas condiciones que el mercado exige.
Dándole énfasis al rol que desempeña la digitalización para estabilizar e incorporar a las PYMES en la situación de pandemia actual, podríamos decir que su participación es vital debido a las medidas de bioseguridad y distanciamiento social en donde se ve necesario adaptarse a nuestra nueva realidad y como muestra de ello tenemos el uso de recursos tecnológicos, desde hardware como laptops, tablets y teléfonos hasta software como páginas web o los nuevos métodos de “delivery”, los cuales se han dado en alza este último año. Así es como lo cuenta el empresario Alvaro Mendoza, quien ha implementado masivamente lo que podemos llamar la digitalización de su PYME.
“La tecnología ha dejado de ser solo un lujo para las empresas, sino que actualmente se ha vuelto una herramienta necesaria para poder competir y ser relevante”, menciona Álvaro Mendoza, Gerente General y Marketing de getUP
Evidentemente este cambio repentino a la digitalización que han enfrentado las PYMES y emprendimientos, ha llevado algunos modelos de negocio a no poder continuar en el mercado debido al cese de las actividades económicas y al aislamiento obligatorio en los inicios de la pandemia, esto alude a que las PYMES más vulnerables o pequeñas no sobrevivieron al momento de tener que adaptarse a esta era digital repercutiendo así en la economía del país, ya que para el buen funcionamiento del sistema económico peruano se necesita de competencia en los mercados y cumplir con las leyes oferta y demanda.
En medio de todo este proceso de digitalización, la economía iba en una estrepitosa y continua caída. De hecho, podemos argumentar que el año pasado experimentamos uno de los estancamiento más grandes de toda la historia, ya que según CEPAL: “En 2020 la economía del Perú se contrajo una tasa del 12,9%, a causa de la recesión inducida por la pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19), que situó al país como uno de los más golpeados del mundo.”
No obstante, ya pasado este vertiginoso año, podemos decir que al día de hoy la economía peruana se ha ido recuperando, lo que trajo consigo la activación constante de diversas PYMES de diferentes sectores económicos, producto de ello tenemos que el PBI peruano ha ido en alza y se diagnostica que en los próximos años este se recuperará en su totalidad en el año de 2025. Evidencia de ello, tenemos un artículo lanzado por el Ministerio de Economía y Finanzas de 2021 que dice: “Durante el 2021 se elevó la proyección de crecimiento del PBI a 10,5% como resultado de la fuerte recuperación de la actividad económica impulsada tanto por factores externos como internos”.