“¡Merino no me representa!”, se gritaba en las calles del Perú cuando, en noviembre del año pasado, en medio de una pandemia, una vacancia presidencial imprevista hizo despertar a la ciudadanía, en especial a los jóvenes. Salieron a las calles, las hicieron suyas y se convirtieron en los nuevos medios de información. Le pusieron un alto a su vida social y se crearon múltiples cuentas en redes sociales con el propósito de informar detalle a detalle lo que ocurría en la política nacional.
Las redes sociales tuvieron un rol fundamental luego de que los medios de comunicación masivos pasaran por alto detalles de lo ocurrido. Tanto los jóvenes que participaron en las manifestaciones como los espectadores circulaban fotos y videos de la represión policial, así como carteles con arengas que reclamaban por un mejor gobierno. Incluso, compartían información desde sus cuentas personales acerca de qué llevar a una protesta, cómo cuidarse y hasta dieron a conocer la lista de desaparecidos en las movilizaciones. De igual modo, a través de estos medios sociales, se expresó la indignación y profunda tristeza tras el asesinato de dos jóvenes, Brian Pintado e Inti Sotelo.
En consecuencia, muchos jóvenes, a través de sus cuentas personales en redes sociales, pasaron de publicar su contenido personal a difundir guías para dar a conocer lo que ocurría en el legislativo y para informar sobre cómo participar de estas movilizaciones, además de flyers o publicaciones para entender la coyuntura nacional. Actualmente, un gran porcentaje de dichas cuentas juveniles permanece publicando contenido informativo hasta ahora.
Un ejemplo de ello es la cuenta de Instagram de Jimena Paredes (@jimenapartin), una activista política en redes sociales con más de 13.000 seguidores. Su perfil empezó siendo personal pero, debido a la realidad nacional, consideró que la ciudadanía debía acceder a información presentada de forma más amigable, con hechos y datos concisos. En su opinión, resultaba “pesado” leer todo un artículo de muchas páginas, además de demandar mucho tiempo.
Desde su perspectiva, al presentar la información de forma más dinámica y accesible a través de su red social, ha logrado que más jóvenes muestren interés por querer investigar o involucrarse en la política. Para Paredes, el rol que ejercen los jóvenes en este contexto es importante, debido a que “todos somos ciudadanos y ciudadanas, por lo tanto tenemos derecho a expresarnos, muy a pesar de nuestra edad”.
La activista, además, explica que, mediante sus redes, intenta visibilizar la participación de personas de todas las edades. “Cualquiera puede dar su opinión e incluso se puede crear una solución en base a ella, porque cada persona tiene otras necesidades, ideas, otra forma de ver el país”, afirma. Asimismo, opina que el rol de la juventud ha ido creciendo progresivamente desde el 14 de noviembre del 2020. “Su rol en el gobierno va a ser bastante grande a comparación de otros años, sobre todo porque empezamos con el Bicentenario, la gente va a estar fiscalizando, va a estar viendo, va a estar comentando y eso es muy importante y es lo que deberían hacer; estar más involucrados en todo tipo de acontecimientos dentro del sector público y política”.
Por su parte, Paula Espinoza (@culturale.pe), una joven estudiante de Relaciones Internacionales, que cuenta con más de 100.000 seguidores en su cuenta de Instagram, se inició en esta red social debido a que, como a muchos, le inquietaba lo que pasaba en el país en diferentes aspectos. Es así que las marchas del 14 de noviembre se convirtieron en la motivación para querer informar, plantear soluciones y generar un impacto positivo en sus seguidores. Luego, creó una suerte de extensión de su página de Instagram hacia un podcast que se encuentra en Spotify.
Desde su punto de vista, su red social ha tenido un impacto en la manera de informar con responsabilidad. Sostiene que las ventajas que ha brindado con su contenido es que es didáctico y accesible para todo tipo de público, especialmente por las publicaciones con lenguaje sencillo y conciso, datos estadísticos e imágenes llamativas, así como por la variedad de temas que relata, no solo acerca del Perú sino también sobre temas internacionales.
Respecto al rol que ejercen los jóvenes en este contexto, Espinoza indica que es gratificante. “Es así que se construye una mejor sociedad tanto en valores y principios”, sostiene. De la misma manera, indica que el papel que deben tener los jóvenes es de observadores y fiscalizadores. “Podemos actuar como medios, que den a conocer noticias hasta muy pequeñas, por ejemplo, de zonas rurales o de nuestra propia localidad, donde la prensa no tiene mayor alcance. “Muchas veces nos sentimos impotentes de no hacer nada por el país, pero se empieza por nosotros tomando acciones pequeñas”, señala.
También existe representación juvenil en el Congreso de la República. Con tan solo 26 años de edad, Rosangella Barbarán se ha hecho con una curul en este nuevo parlamento (Fuerza Popular) y se ha convertido en la parlamentaria más joven del Legislativo 2021-2026. Al igual que las jóvenes desde sus redes sociales, su interés político empezó desde el colegio y se afianzó en la universidad.
Barbarán también hace uso de sus redes sociales para animar a los jóvenes a alzar la voz ante sus descontentos, saliendo a las calles. Dice tener una responsabilidad de mantener a la población segura, por lo que los exhorta a marchar siempre de manera pacífica y, en el contexto de la pandemia, hacerlo respetando los protocolos sanitarios.
Aunque aún no ejerce como congresista, Barbarán ha reforzado la participación juvenil en la política. Al pertenecer a la Secretaría Nacional de Juventudes, organiza escuelas de formación política y de oratoria, entre otras actividades. La virtual parlamentaria considera, al haber formado parte del equipo técnico de un plan de gobierno, que tuvo la oportunidad de dar su punto de vista en los ejes de juventud, lo cual ayuda a que los jóvenes crezcan políticamente.
“Tenemos la enorme responsabilidad de que, cuando queramos levantar nuestra voz, como por ejemplo nosotros lo venimos haciendo frente a las irregularidades que hemos denunciado (respecto del proceso electoral), se haga de forma pacífica”, agregó.
El congresista Daniel Olivares (Partido Morado) es otro funcionario público que empezó a interesarse por lo político desde su juventud. Por ello que decidió estudiar Derecho y reforzó su vocación por querer ayudar a su comunidad. Su trayectoria política continuó cuando se presentó en una protesta vecinal por un problema social que acechaba al distrito donde residía. Olivares opina que la política no debe ser aburrida, ni usar terminología complicada, pues aleja a los políticos de la población.
“Política no es solamente estar en el Congreso, sino también organizarse con los amigos para apoyar a una olla común, u organizarse y crear redes para informar. Me interesan las formas cercanas de hacer política”, dijo el legislador en diálogo con los corresponsales escolares de El Comercio.
Olivares tuvo una participación relevante durante las marchas de noviembre del 2020. Con apoyo de la red social Twitter, hacía recorridos por las comisarías para encontrar a los desaparecidos, además de compartir recomendaciones para acudir a las protestas de manera segura.
“Es totalmente posible arreglar las cosas, solo se necesita más gente que tenga el espíritu de establecer puentes con otros a pesar de sus tendencias ideológicas. Ese es el secreto para tratar de construir un mejor país con el que piensa distinto”, asegura.