La coyuntura actual obliga a jóvenes estudiantes a optar por interrumpir sus estudios, pues las familias pasan por una crisis económica y de desempleo. Asimismo, las mismas clases virtuales no logran incentivar al alumnado a seguir aprendiendo. Ante esta situación, surgen emociones como la ansiedad y depresión. Entre lo mencionado, se encuentra la necesidad de trabajar de los adolescentes.
Janet Ruiz Davila, coordinadora a nivel secundaria del C. E. P. San Antonio de Padua, comenta que durante este tiempo han tenido que estar en constante adaptación para que sus estudiantes logren aprender y ser conscientes con la educación.
“Hemos considerado que el niño está en un periodo sensitivo en el que puede aprender mucho, solamente que a veces necesita el apoyo del padre, a veces necesita esforzarse por sí mismo, somos conscientes de que el niño es capaz, que va a aprender pero de repente en diferentes, digamos, estilos, en diferente velocidad de aprendizaje que pueda tener pero al final lo va a lograr pero hay que exigir más.’' señaló ante la adaptación del alumnado.
Tras el cierre temporal de muchas instituciones a causa de la pandemia del Covid-19 se implementaron las clases virtuales, esto trajo muchos desafíos tanto para las familias como para los docentes. En zonas rurales muchas familias no cuentan con los recursos necesarios para que sus hijos continúen estudiando de manera virtual, lo que ha causado que los estudiantes no consigan acoplarse a este nuevo sistema y en algunos casos, abandonen sus estudios.
La especialista Ruiz Dávila explica que: “Es cuestión de la familia, cuando una familia pueda ver el progreso y la educación de sus niños {...} se ve mucho más en la zona rural que en la zona urbana, son realidades muy diferentes y muy tristes al mismo tiempo porque, se ve que muchos niños no han alcanzado, digamos, tener las clases, entonces se ha visto un abandono en sus estudios y se ha visto un retraso, se han quedado ahí.”
El promedio de inversión en educación básica particular en 2020 se ha reducido, debido a que se han reducido otros gastos como los servicios básicos, mantenimiento de i
nstalaciones, etc, estimó la presidenta del comité estratégico de educación de IPAE, Mariana Rodríguez. “Los colegios deben revisar los gastos que normalmente hacían cuando se dictaban clases de manera presencial y comparar dichos gastos con el servicio que prestan ahora durante las clases virtuales o a distancia’', sostuvo Crisólogo Cáceres, presidente de Aspec.
Los ingresos por pensiones de marzo (2020) en colegios privados se redujeron considerablemente en algunos. Esta disminución se prevé también para los siguientes meses pues hay padres de familia que no se han recuperado económicamente. Es por ello que se ha optado por el planteamiento de métodos donde ambas partes (padres-institución) puedan tener un beneficio mutuo.
Un caso preciso sería en la I. E. P. Ciencias, su director, el Sr. Rony Tenazoa, explicó la estrategia de su institución. Establecieron una pensión conveniente, reuniendo a los 24 comités de aulas y los padres de familia, donde se sometió a votación y democráticamente llegaron a un consenso.
Debido a la ausencia de capacitaciones hacia los maestros en cuanto a la virtualidad, la educación se ha visto afectada; pese a que muchos colegios han hecho un importante esfuerzo. El director del colegio Innova Schools Tarapoto, Pedro Mendoza, explica que en la capacitación se aprendió sobre el manejo de herramientas tecnológicas y metodologías para adecuarse a las nuevas formas de trabajo.