Real Madrid fue el equipo se que encargó de dar el primer golpe en la gran final de la Champions League ante Atlético de Madrid en el Giuseppe Meaza. El volante brasileño Casemiro pudo gritar gol, pero el portero colchonero protegió su arco.
Corrían los 4' de la primera etapa cuando Gareth Bale se paró frente al balón para ejecutar un tiro de falta directo. El remate del galés iba a la meta rival, pero Casemiro desvió el remate de su compañero.
La pelota fue bloqueada por el guardameta esloveno Jan Oblak. El guardián del Atlético de Madrid evitó la caída con una buena atajada de pierna izquierda. Todos los aficionados del Real Madrid ya estaban preparados para gritar la conquista. Sin embargo, se quedaron callados por los reflejos del ex Benfica.
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— El Comercio (@elcomercio) 28 de mayo de 2016
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