Mauricio Pochettino hoy podría hacer historia. Luego de la hazaña conseguida en Ámsterdam con el Tottenham, el técnico puede convertirse esta tarde en el Wanda Metropolitano en el primer entrenador argentino en la historia en ganar la 'Orejona'.
Pochettino será el tercer argentino en dirigir una
final de Champions League, después de Héctor Cúper y Diego Simeone. Cúper estuvo en las finales del 2000 y 2001, ambas al mando del Valencia, y perdió las dos. Primero, contra el Real Madrid (3-0); y después ante el Bayern Múnich (en los penales tras empatar 1-1).
Diego Simeone, por su parte, cayó en las dos que dirigió al Atlético de Madrid. El rival fue el mismo, el conjunto merengue, que venció a los colchoneros en el 2014 (4-1) y en el 2016 (en los penales tras empatar 1-1).
- Del odio al amor-
Hay pocos hombres capaces de establecer un tratado de paz - al menos momentáneo- entre dos bandos que se han odiado eternamente, fuera y dentro de una cancha de fútbol. Porque si la Guerra de la Malvinas abrió una herida entre argentinos e ingleses, aquel gol de Diego Armando Maradona en México 1986, catalogado como la 'Mano de Dios', le tiró sal a la llaga. Y no es exagerado decir esto. En dos países que han sido históricamente presos de una pasión desbordada por el balón, ser eliminado de la máxima cita ante un enemigo de guerra, y de esa forma tan polémica, fue como haber muerto dos veces en vida para Inglaterra.
El técnico argentino logró que un grupo de ingleses lo amen, pero que el resto de la nación británica lo respete. Alcanzó algo imposible: que el color albiceleste de su pasaporte pase a un segundo plano. ¿Cuál es el motivo? Ha llevado al Tottenham, el club de sus amores de los fanáticos 'Spurs', a una final de Champions League por primera vez. Pero esto fue solo la cereza de la torta, el puntillazo final. La primera piedra, para empezar a edificar la gran transformación del club, la colocó hace mucho tiempo atrás.
-El técnico futbolista-
Como jugador, Mauricio no era de los que corría más la cancha, aunque sí mejor que el resto. Era lento para transitar la cancha con el balón, es verdad, pero disimulaba ese defecto con su capacidad de anticipación. Era defensor y no era tampoco, como se dice, nada del otro mundo. Sin embargo, Marcelo Bielsa se fijó en él, básicamente, por su curiosidad, la virtud de saber preguntar y escuchar, y su disciplina para ejecutar órdenes al pie de la letra. Con el ‘Loco’ como técnico, Pochettino fue campeón con Newell's Old Boys de la Primera División de Argentina en 1991, y fue subcampeón de la Copa Libertadores 1992.
Una vez que Marcelo agarró el buzo de la selección, también lo llevó a Mauricio en esta nueva aventura. Aquel equipo arrasó en las Eliminatorias hacia Corea Japón 2002 y, el ahora entrenador del Tottenham, fue protagonista de un momento cumbre. Los argentinos jugaban ante Paraguay en Asunción en la antepenúltima fecha. Igualaron 2-2 con un gol de mano Pochettino. Para la mayoría de argentinos, ese partido no solo sirvió para consolidarse como primeros, sino que los fortaleció mentalmente para lo que se venía.
Ya en el Mundial, Mauricio fue titular indiscutible en los tres partidos. Aunque no alcanzó para pasar de fase, el defensor tuvo una actuación aceptable. Sin embargo, le cometió un recordado penal a Michael Owen que David Beckham cambió por gol en el Mundial. Pero, en esta etapa como uno de sus 'favoritos' de Bielsa, lo importante fue que Mauricio ya hacía sus prácticas de futuro técnico, aunque todavía vistiera de corto. Aunque él mismo trata de que no lo comparen con Bielsa. "El que no me conoce seguramente dirá que soy bielsista, porque Bielsa me ha dirigido muchos años y tengo muchos rasgos de él. Pero no creo ser un entrenador con la formación de la línea de Marcelo", dijo en a la revista Un Caño en 2013.
Primeros pasos como entrenador
En Espanyol, como jugador, también fue muy querido. Ese buen recuerdo que dejó, ganando la Copa del Rey en dos oportunidades, le sirvió para ser la primera opción para tomar las riendas del equipo en el 2009, y de qué manera. Su primera victoria de Liga fue nada más y nada menos que en el clásico catalán, en el Camp Nou, contra el Barcelona de Pep Guardiola. Después salvó al equipo del descenso consiguiendo ocho triunfos en los últimos 10 partidos. Luego dio un gran paso en su carrera al transformarse en técnico del Southampton. Ahí también cosechó estadísticas interesantes: aseguró la permanencia en la Premier League y logró un más que digno octavo puesto a la siguiente temporada, donde le ganó al Liverpool en Anfield y empató con el Manchester United en Old Trafford, entre otros grandes resultados.
Daniel Levy, presidente del Tottenham, enamorado por su capacidad de potenciar un conjunto sin grandes recursos y pulir a jóvenes talentos (Lallana, Shaw, Jay Rodríguez, Lambert y Chambers, entre otros), le ofreció trabajo en mayo del 2014. En aquel momento firmó el segundo contrato más alto para un DT argentino en el mundo, detrás del que concretó Bielsa con el Marsella. Eso sí, a diferencia del rosarino, que nunca estuvo más de dos o tres temporadas a cargo de un club, 'Poch' ha sido un entrenador a largo plazo. Tras la salida de Arsène Wenger del Arsenal FC, se convirtió en el entrenador con más años en el cargo de los equipos del Top 6.
Antes de su llegada, Tottenham era considerado un club que te dejaba la sensación que siempre podía dar más de lo que terminaba consiguiendo al final de cada campaña. En la era de Pochettino, los ‘Spurs’ fueron 5° (2014/15), 3° (2015/16), 2° (2016/17), 3° (2017/18) en la liga inglesa y actualmente están en el podio a cuatro partidos de terminar el torneo, con el aliciente de ser el equipo que menos invirtió en contratar jugadores.
-¿Cuál es su estilo?-
La gran diferencia que evita la comparación con Bielsa, es su obsesión por el cómo va a jugar su equipo y no tanto por cómo lo hará el rival. En el tema táctico también es mucho más versátil. Su estilo y su filosofía de juego son lo primordial. Si bien su preferido es el 4-2-3-1, también ha jugado 3-5-2 o 5-3-2, y en pocas ocasiones utilizó el 4-1-4-1 y el 3-4-2-1. Sus extremos, piezas importantísimas, terminan atacando por dentro, y más bien son sus laterales los que buscan la amplitud. Y también importa le importa posesión, pero en los últimos tres cuartos tiende a ser vertical.
Si las líneas anteriores afirmamos que Mauricio tiene ese gran talento de consolidar a los jugadores que prometen mucho, en las siguientes le damos los ejemplos. Cuando se hizo cargo del plantel, Harry Kane era un joven que estaba borrado por Roberto Soldado y Emannuel Adebayor. El inglés preguntó que necesitaba para jugar y el argentino le aconsejó bajar de peso y entrenarse mejor. Ahora, el delantero es el goleador del equipo y uno de los delanteros codiciados por los clubes más poderosos del mundo.
Otros elementos que hizo crecer notoriamente fueron Alli, Dier, y los laterales Kieran Trippier y Danny Rose. Tanto así que, junto a Kane, fueron llamados por Gareth Southgate para jugar el último Mundial, en el que llegaron a semifinales. El Tottenham fue el club que más jugadores aportó a la selección blanca.
¿El primer técnico argentino en ganar la Champions?
Pochettino se será el tercer entrenador argentino en dirigir una final de Champions League, después de Héctor Cúper y Diego Simeone.
Cupér estuvo en las finales de 2000 y 2001, ambas al mando de Valencia, y perdió las dos. Primero, contra el Real Madrid (3-0); y después ante el Bayern Múnich (en los penaltis, tras empatar 1-1).
Diego Simeone, por su parte, cayó en las dos que dirigió en el Atlético de Madrid. El rival fue el mismo, el conjunto merengue, que venció al conjunto 'colchonero' en 2014 (4-1) y en 2016 (en los penaltis tras empatar 1-1).
El estilo de Pochettino, basado en privilegiar a jugadores versátiles, talentosos y sacrificados, le permitió al Tottenham ahorrar dinero y finalizar las obras de remodelación para el nuevo White Hart Lane. Producto de esto lo llevaría a mejorar notablemente sus ingresos. Además, producto de las buenas campañas y, por consecuente, una mayor exposición mediática atrajo dos grandes contratos a nivel patrocinio: USD 32 millones anuales de Nike y otros 20 millones de AIA, el principal sponsor. La contratación de Pochettino fue el negocio más grande que pudo cerrar la institución. La inversión regresó multiplicada por mil: dentro y afuera de la cancha.