jamás se dio por vencido. bajó sus revoluciones. Robert Lewandowski descontó. Parecía que todo estaba perdido para los teutones, pero un cabezazo mortal de fue la igualdad en Allianz Arena por Champions League.

Ya se había cumplido los 90 minutos reglamentarios. Arturo Vidal habilitó a David Alaba. El defensor del Bayern Múnich avanzó un poco, levantó la mirada y efectuó un centro perfecto al segundo palo.

Ante la desatención de los marcadores de Juventus, apareció como un salvador el siempre letal Thomas Müller. Un cabezazo al parante derecho significó que Buffon viera sus redes destruidas.

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