La selección peruana finalizará su partipación en la Copa América este viernes cuando dispute el partido por el tercer lugar. Más allá de la ubicación en la que termine, los dirigidos por Ricardo Gareca han dejado una grata impresión en cada encuentro que jugaron.
A continuación cuatro puntos en la campaña de Perú:
LA MANO DEL TÉCNICO
El equipo mantuvo el espíritu en todo el campeonato. El terreno anímico fue la clave del desempeño peruano en la Copa América, teniendo en cuenta que la mentalidad es el talón de Aquiles del futbolista nacional. Ayer, con diez hombres frente al local Chile y con un gol en contra, el equipo no renunció al ataque, no se sintió derrotado; se ordenó y fue agresivo ante un equipo también agresivo. Si cedió opciones a los chilenos fue porque arriesgó en busca del empate: mientras más desmarcas, más cuesta recomponer. Chile no aprovechó ese momento y Perú lo empató como premio a la insistencia. El mérito es de Gareca, que supo alinear a los líderes y que potenció algunas individualidades como Luis Advíncula, Christian Cueva y Carlos Ascues.
TOLERANCIA Y PACIENCIA
El gran logro del equipo de Gareca en la Copa América es haber conseguido que el público nacional e internacional reconozca un estilo y le tenga tolerancia y paciencia. “Felicidades, váyanse con la cabeza en alto”, le dijo Juan Pablo Varsky a un colega peruano tras el pitazo final en el Nacional de Santiago. Comprender una forma de jugar es indispensable en cualquier proyecto. De este modo, los triunfos serán una consecuencia y no una casualidad. El equipo respondió a jugar de una manera determinada, incluso utilizando diversas tácticas ante equipos diferentes. Y el seleccionado peruano demostró creer en Gareca, porque se convenció de que el camino propuesto por el entrenador era el correcto.
ACIERTOS Y ERRORES
A falta de un partido, la Copa deja algunos aciertos y errores. Aciertos individuales, los de Gareca: apostar por Vargas como lateral, por Ascues como centra; por haber confiado en Cueva –uno de los mejores de Perú en el torneo– pese a que su convocatoria fue resistida, y por ejemplo haber optado por Carrillo ante Chile. Los errores son colectivos: la defensa debe consolidar una solidez que tuvo en algunos momentos del torneo (contra Colombia, por ejemplo) y la ofensiva más alternativas de ataque que la mera inspiración individual de sus integrantes; por momentos, el equipo era estéril por centralizado. Todo es corregible.
EL GRAN TEMOR
Hay que seguir creciendo y ahora es cuando debemos exigir más que nunca. El temor de todos es el conformismo. Lo que debemos tener en cuenta es que este torneo debe convencernos de que el jugador peruano puede. El reto ahora es sostener y mejorar lo hecho en la Copa América en las Eliminatorias, en la que será difícil tener siempre el equipo completo, por diferentes circunstancias. Se debe buscar más opciones para todos los puestos de la cancha. La distancia entre Guerrero y su suplente es inmensa, igual en el caso de Farfán.
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Selección peruana #PER: Christian Cueva y su mensaje de optimismo ⏩ http://t.co/zmhFw5ZPzW pic.twitter.com/5puWo1wElu
— DT El Comercio (@DTElComercio) June 30, 2015
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