"Un sorprendente Perú en la Copa América", por Jorge Barraza
"Un sorprendente Perú en la Copa América", por Jorge Barraza
Jorge Barraza

Después del gigantesco bostezo de Argentina frente a Jamaica (mucho tememos que se repitan con frecuencia en la era Martino) llegó un partido que nos sacudió la molicie y deparó una grata sorpresa para el fútbol sudamericano: y Colombia. El 0 a 0 es el resultado más feo del fútbol, aunque este resultó atractivo, tenso, vibrante, de final incierto, y le dio la clasificación automática a Perú. Colombia debió implorar a Brasil. Lo de grato debe aplicarse exclusivamente a Perú, del que no se esperaba nada antes de comenzar la Copa América y se muestra como una revelación interesante. Años llevábamos sin ver a Perú jugar con frescura, sin temor, organizadamente y con cierto atrevimiento como esta versión Gareca 2015. Ojalá se mantenga en la Eliminatoria venidera, pues Perú también entregó bonitos pasajes y dejó una seductora promesa en la Copa América de Argentina 2011 (salió tercero) y luego se desdibujó por completo en el camino a Brasil.

De entrada, esta Copa América supone un recambio de nombres estelares en la bicolor. De hecho, los pomposamente llamados Cuatro Fantásticos originales (Pizarro, Farfán, Guerrero y Vargas) ya están dejando paso a una nueva camada: Cueva, Sánchez, Ascues y Advíncula.

Le costó a Perú 25 minutos acomodarse y salir del asedio a que lo sometió Colombia, asedio en el que mucho tuvo que ver el cuestionable y redomado arbitraje de Néstor Pitana, que siempre inclinó la balanza en contra de Perú. A los dos minutos vio una falta inexistente de Advíncula a James Rodríguez y eso le costó al cuadro incaico dos córners, un tiro libre y tres minutos de zozobra. Y además una media vuelta de Falcao que tapó magníficamente Gallese (buen arquero). Si era gol, Pitana tenía mucho que ver en eso. Luego no advirtió dos acciones condenables de Cuadrado (una patadita a Advíncula y un puñete a Cueva) y un codazo de James al mismo lateral que era expulsión indiscutible.

El inicio agrandó a Colombia. Y demoró en salir de ese acorralamiento Perú, pero apenas pudo hacer pie de igual a igual comenzaron a sobresalir dos jóvenes veloces, encaradores, de gran técnica y con atrevimiento: los mencionados Sánchez y el escurridizo Christian Cueva. Bien apoyados por la sapiencia de Carlos Lobatón.

Atrás sobresalió Carlos Ascues para quitar y salir con clase como hacían antiguamente otros zagueros peruanos tipo Julio Meléndez (¡de pie, por favor…!). Lo acompañó muy bien, muy firme Zambrano, quien parece haber entendido que este juego no consiste en pegarle patadas continuas al adversario, sino en utilizar de la mejor manera el balón.

(Foto: Getty Images)

Nuestro columnista destaca la actuación de Joel Sánchez en Chile. (Foto: Getty Images)

Por derecha estuvo el socio de todos, el que siempre está para descargarle la bola cuando uno está apretado por el rival: Advíncula. Otra tremenda actuación del lateral-carrilero-puntero. Hizo todo bien, corrió por tres, por cuatro. Y siempre con criterio. En los tiempos del Independiente rey de copas de los setenta destacaba anónimamente un jugador incansable, utilísimo: Alejandro Semenewicz. El Zurdo López, mariscal de aquel equipo, definía así la gravitación del Polaco: “No es que Independiente no puede ganar sin Semenewicz, no puede ni entrar a la cancha”. Advíncula nos trajo el recuerdo de aquel volante todoterreno. Si no juega él, es como si le amputaran una pierna a Perú. Ojalá esta Copa sirva para eyectarse como jugador.

Una aclaración importante, acerca de los nuevos valores mencionados: para aquellos que deliran con que la prensa “primero los endiosa y luego los destruye”, el futuro profesional de Cueva, Sánchez, Ascues y Advíncula es responsabilidad de cada uno. Tienen condiciones para destacar; luego, si son buenos profesionales, está en ellos. Este es simplemente un análisis futbolístico del que salen airosos. El periodista no se puede hacer cargo de las conductas de los futbolistas.

Le falta pimienta en el área a Perú. Esas no son cosas que un entrenador pueda aportar, la ponen los delanteros, son cuestiones individuales. Guerrero va demasiado por afuera y a Pizarro hay que ponerle la pelota para que remate, no se autogenera. Entonces se complica. Pero se nota un progreso importante en Perú. Marcó muy bien está vez, en el medio y atrás; está en el camino, debe ratificarlo en la Eliminatoria. Por de pronto, le tocó en cuartos un rival que no es fácil, pero sin duda sí el más accesible de la ronda: Bolivia.

LEE TAMBIÉN...

Contenido sugerido

Contenido GEC