Es poco conocido fuera de América Latina, pero el técnico Antonio Mohamed, que espera llevar a Monterrey al título de la liga mexicana (Liga MX) el domingo, es una de las caras más populares en su tierra adoptiva y un gran ejemplo de la influencia argentina en el fútbol mexicano.
El Monterrey de Mohamed venció esta semana al América 2-1 en el partido de ida de la final del Apertura mexicano, por lo que solo necesita un empate en el Estadio Azteca para cerrar el año como campeón a nivel nacional y también como monarca de la Liga de Campeones de la Concacaf.
La presencia de Mohamed a un costado de la cancha es uno de los ejemplos más claros de cómo Argentina ha exportado a México jugadores que más tarde han sido clave en el auge del fútbol mexicano.
Seis de los 22 futbolistas que fueron titulares en el partido de ida jugado el jueves son argentinos. Además, esta temporada, 19 de los 20 equipos de la liga -salvo las Chivas de Guadalajara, que tiene un largo historial de jugar solo con mexicanos- contó con al menos un jugador nacido en el país sudamericano. Incluso el entrenador de la selección mexicana es argentino: Gerardo Martino.
La influencia argentina no es nueva, pero se ha fortalecido en los últimos años de la mano de los diversos problemas que enfrenta el fútbol en Sudamérica.
Mohamed es un ejemplo clásico de alguien que llegó a México como jugador y que a partir de ahí construyó una carrera. En total, jugó para siete clubes y ha entrenado a ocho equipos.
"Conozco muy bien la idiosincrasia de México", dijo Mohamed al diario Clarín a principios de este año. "Es un lugar en el que me sentí muy querido. Yo necesito que me quieran para ganar. Y no ganar para que me quieran. Y esto genera un lindo compromiso. Y que es doble. De ida y vuelta".
Y después de haber perdido dos finales de la liga mexicana anteriormente con Monterrey, Mohamed sabe que el partido del domingo es una oportunidad para consolidar aún más ese compromiso con el club y con el país.
Reuters