La suspensión del Brasil vs. Argentina mientras se disputaba este domingo en Sao Paulo es “lamentable” y deja una “imagen muy mala”, señaló el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Claudio Tapia.
La Agencia de Vigilancia Sanitaria Brasileña (Anvisa) intervino el partido argumentando que cuatro integrantes de la ‘Albiceleste’ violaron el protocolo anticovid en su ingreso a Brasil. El mandamás de la AFA respondió y negó la acusación.
“Acá no se puede hablar de ninguna mentira. Hay una legislación sanitaria con la cual se juegan los partidos de fecha FIFA, como así también los torneos sudamericanos, en la que las autoridades aprueban un protocolo que está vigente”, dijo en diálogo con TyC Sports.
“Hoy se vivió algo lamentable para el fútbol, una imagen muy mala: cuatro personas sin barbijo ingresando e interrumpiendo el partido”, afirmó Tapia, en alusión a la irrupción de fiscales de la Anvisa cuando transcurrían cinco minutos del encuentro.
“Querían interrumpir por una razón que no sabemos. Cuando se interrumpe por un factor externo que no conocemos, se debe suspender”, agregó el titular del máximo ente del fútbol argentino. “Ahora estamos con nuestros jugadores preparándonos regresar. Adelantamos el chárter para volver a Argentina”, sentenció desde los pasillos del estadio Neo Química Arena.
Emiliano Martínez, Cristian Romero, Giovani Lo Celso y Emiliano Buendía fueron señalados de haber violado el protocolo anticovid en su ingreso a Brasil. Ahora deben ser deportados, multados y sancionados, según dijo el director-presidente de la Anvisa, Antonio Barra Torres.
Tras el incidente, los hombres de la ‘Canarinha’, con Neymar al frente, disputaban un partido entre ellos, para no perder el calor, en la ex Arena Corinthians. De los argentinos se supo poco desde que entraron al vestuario.
Lionel Messi volvió a salir al campo en solitario, ya sin la casaca de la competición, para hablar con sus colegas brasileños, y luego regresó al vestuario mientras conversaba con su excompañero y ahora rival Dani Alves.
El esperado clásico, que tenía un aroma de desquite luego del triunfo histórico en el Maracaná, que puso fin a 28 años de sequía para Argentina, no decepcionó en términos de generar emociones, aunque no fueran propias de un juego de fútbol.
La tensión alta entre los funcionarios de Anvisa y los jugadores de la Albiceleste pusieron fin a un partido que enfrentaba a los dos equipos con más puntos de las Eliminatorias.