Apenas 25 mil espectadores acudieron al Camp Nou para presenciar un encuentro sin emoción tras el triunfo 4-1 del Barcelona en campo del Levante en la ida de Copa del Rey. Tampoco ayudó el mal tiempo, con frío y lluvia, aunque el equipo local se esforzó en agradar a sus más fieles seguidores. Lionel Messi se quedó en el banco de suplentes.
Y eso que el Levante se adelantó a los nueve minutos con un autogol. El Barcelona, con Lionel Messi acompañando en el banco a un buen número de ilustres compañeros, tardó en arrancar la máquina.
Sin embargo, volteó el marcador antes del descanso gracias a un gol del lateral brasileño Adriano con un buen disparo de zurda y a otro de Carles Puyol al rematar de cabeza un saque de esquina.
El Barcelona se tomó con seriedad y profesionalidad la cita y agradó a sus hinchas en la segunda parte, pues no aflojó.
El chileno Alexis Sánchez marcó en los minutos 50 y 52 tras sendos errores de Jiménez, el arquero local, mientras Cesc Fábregas anotó el quinto del Barcelona a los 68' con un disparo que tocó ligeramente en un defensa.
Para entonces, el Levante ya había bajado los brazos y el Barcelona llegaba con toda facilidad al área visitante.
El conjunto de Gerardo Martino se clasificó para las semifinales de la Copa del Rey por un marcador global de 9-2, lo que explica la escasísima oposición que tuvo el Levante. Su siguiente rival saldrá de la eliminatoria que mañana deben resolver Racing de Santander y Real Sociedad, con ventaja provisional de 3-1 a favor del segundo.