Redacción DT

Una nueva lesión aleja al volante italiano de su aspiración a convertirse en estrella de , cuyo entrenador, Gustavo Alfaro, tampoco lo tiene muy en cuenta.

De Rossi, de 36 años, fue una de las grandes novedades del último mercado de pases al dejar atrás 18 años en AS Roma para recalar en el popular club 'xeneize'.

El mediocampista había recibido el alta médica, pero se volvió a resentir en la pierna izquierda en un entrenamiento, dijeron fuentes oficiales de la entidad a la prensa local.

El entrenador italiano Roberto Mancini lo había preseeleccionado para los partidos clasificatorios a la Eurocopa-2020 contra Grecia y Liechtenstein, pero el viernes pasado lo dejó afuera del plantel de 27 jugadores convocados.

De Rossi asombró al planeta fútbol a mediados de julio pasado cuando aceptó la propuesta de su amigo Nicolás Burdisso, excompañero en el club 'giallorosso' y manager de Boca, para darse el gusto personal de cerrar su carrera en el club argentino, al que siempre había elogiado.

"¡Questo é Boca!" (¡Esto es Boca!) fueron las tres palabras que marcaron el desembarco de De Rossi a través de un video.

En aquel mensaje decía: "Mi corazón es de la Roma, pero me gusta muchísimo Boca desde que era un chico. Por (Diego) Maradona, por el estadio, porque me enamoré del estadio... Me enamoré de los hinchas que son apasionados".

Por eso firmó un acuerdo para jugar en Boca poco menos de un año, hasta finales de marzo de 2020, por menos de un millón de euros de salario, una cifra ínfima para un jugador de su jerarquía pero que reflejaba las ganas del italiano de jugar en un club de su preferencia.

Su último partido hasta el momento fue el superclásico del 1 de setiembre ante River en el estadio Monumental (0-0), por la Superliga. Fue reemplazado en el segundo tiempo tras cumplir una tarea sin brillo.

(AFP)

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