Jorge Sampaoli, el entrenador que llevó en 2015 a la selección chilena de fútbol al mayor éxito de su historia, el título de la Copa América, es la imagen y semejanza del 'Loco' Marcelo Bielsa, su ídolo e inspirador.
Estudioso y obsesivo como pocos, "Don Sampa", como lo llama cariñosamente la hinchada en Chile, es fiel seguidor del hombre que entre 2007 y 2011 sentó las bases de la actual selección chilena.
"Lo que más me ha llegado de Bielsa es la determinación con la que defiende una idea de protagonizar constantemente", dice este argentino de 55 años que podría dejar la "Roja" para seguir los pasos de su maestro: dar el salto Europa.
"En nuestra profesión todos quieren crecer (...) me ha tocado tener opciones para emigrar pero no las he considerado. Cada cosa en su momento", advirtió hace poco a la televisión pública local. El estratega tiene contrato para dirigir a la selección hasta el Mundial de Rusia 2018.
Sin embargo, los escándalos que sacuden a la Asociación de Fútbol de Chile (ANFP), con un defenestrado presidente, Sergio Jadue, que se declaró culpable de conspiración para asociación delictiva y fraude en Estados Unidos, donde se encuentra desde hace varias semanas, acelerarían su partida. Así lo deslizó en la últimas horas, cuando se filtraron detalles de su contrato y el pago de unos premios en unas cuentas en paraísos fiscales.
De hecho, su decisión de seguir o no tiene plazo de vencimiento: el 4 de enero próximo, fecha en la que se elegirá a la nueva directiva del fútbol chileno.
Pocos dudan de la inminente partida de Sampaoli, que heredó en 2012 el puesto cuando la "Roja" iba de tumbo en tumbo camino a las eliminatorias de Brasil 2014 de la mano de Claudio Borghi, quien tuvo que cargar, además, con el peso de suceder a Bielsa, considerado uno de los estrategas que llegó a revolucionar el juego de los chilenos. Bielsa dejó su puesto por desavenencias insuperables con la directiva que encabezaba justamente Jadue.
"Sergio Jadue actuó para que yo entendiera que no debía confiar en él", denunció Bielsa al presentar su renuncia en 2011.
No extrañó por tanto que, tras la forzada salida de Borghi, los fanáticos locales recibieran con esperanza y los brazos abiertos al otro "Loco", al heredero de Bielsa, al hombre que venía precedido de un currículo envidiable tras ganar tres Ligas con la Universidad de Chile, uno de los clubes más populares del país, y conquistar de forma invicta con ese equipo la Copa Sudamericana de 2011, el trofeo más importante que la "U" atesora en sus vitrinas.
Llegaba un técnico que haría jugar a la selección al "estilo Bielsa", es decir, estaría presente el protagonismo constante, la verticalidad, la dinámica y el buen juego.
Conocedor del medio local y estudioso del fútbol mundial, a Sampaoli no le costó reunir a una generación de futbolistas chilenos, gran parte también heredada de Bielsa y considerada la mejor de todos los tiempos, y llegar al Mundial de Brasil 2014, donde la "Roja" y su técnico comenzaron a dar que hablar.
Su consagración definitiva llegaría sin embargo un año después, en julio de 2015, cuando Chile se proclamó campeón de América por primera vez en su historia al vencer en la final soñada y por la vía de los penales a Argentina, su bestia negra, que traía en sus filas a Lionel Messi.
"No hay nada más doloroso en el fútbol que perder una final", se lamenta todavía la estrella del Barcelona.
A pesar de que Chile jugó de local y jamás se movió del estadio Nacional, el camino para conquistar el trofeo continental no fue fácil.
Cuando todos creían que "Don Sampa" tenía la situación bajo control, ocurrió lo inesperado: el actual volante del Bayern Múnich Arturo Vidal, una de sus estrellas, fue detenido tras causar un accidente mientras conducía ebrio por una autopista capitalina.
El futbolista regresaba al complejo de entrenamiento de la selección tras disfrutar de una tarde libre después de haber clasificado a cuartos de final del certamen.
Muchos pedían su cabeza de jugador, pero Sampaoli lo perdonó. "En ese momento sentí una necesidad de que Arturo conviviera con el grupo y que, en realidad, había sido en cierto modo una irresponsabilidad no tan importante como todo lo que había aportado al grupo y a la selección", recordó recientemente en una entrevista al justificar su decisión.
Prolongue o no su relación con la "Roja", Sampaoli, al igual que su maestro, ha quedado para siempre en la historia del fútbol chileno.
La segunda semana de enero podría hacer historia si se convierte en el mejor entrenador del mundo, un galardón que entregará la FIFA el 11 de enero en Suiza y al que aspira junto a los españoles Josep Guardiola, el entrenador del Bayern Múnich, y Luis Enrique, el estratega del Barcelona.
DPA
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— El Comercio (@elcomercio) diciembre 25, 2015
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